https://youtu.be/ZL2iZ8eLTmY
- Eclo 48, 1-4. 9-11
- Sal 79
- Mt 17, 10-13
El Adviento es también un tiempo de esperanza. Evocar a Elías es evocar un horizonte de promesas que, como sabemos, se han cumplido básicamente con la venida del Mesías. Pero es al mismo tiempo evocar, todavía de lejos, la realización definitiva de esas promesas con el retorno triunfante de Cristo al final de los tiempos. Las palabras de los profetas, por ser palabra de Dios, nos aseguran un futuro de plenitud que no puede fallar. ¿Les daremos crédito? ¿Las tendremos en cuenta para orientar nuestra vida en función de sus recomendaciones o de sus advertencias?
En la reflexión judía, así como David es el rey por excelencia, Elías es el profeta por excelencia, y en la era mesiánica, tanto David como Elías, regresarían para darle a Israel el esplendor y la gloria que un día tuvieron y que perdieron.
Dios levantaría para su pueblo un nuevo rey y un nuevo profeta; el rey les devolvería la gloria y el profeta restauraría la amistad con Dios mediante la promulgación de una nueva alianza.
Nos explica el Papa Francisco que “A los Doce, Jesús comienza a hacer la catequesis sobre su verdadera identidad. El Hijo del hombre debe sufrir mucho… Este es el camino de su liberación. Este es el camino del Mesías, del Justo: la Pasión, la Cruz. Y a sus discípulos, Jesús les explica su identidad. Es esta la pedagogía que Jesús utiliza para preparar los corazones de los discípulos… Es tanto el amor de Dios, es tan feo el pecado, que Él nos salva así: con esta identidad en la Cruz. No se puede comprender a Jesucristo Redentor sin la Cruz”
En Jesús tenemos al Mesías esperado que restaura el reino de Dios, pero con una nueva visión; no se trata de gloria ni honor, no se trata de poder y derrotas; se trata de servicio, de entrega, de solidaridad y de amor.
Es necesaria una mirada nueva y un corazón nuevo para reconocer los caminos de Dios y para responder con generosidad y alegría a la llamada exigente de sus enviados. No todos están dispuestos a entenderlo y, menos, a vivirlo. Es más, nuestras vidas y nuestros proyectos pueden estar oponiéndose a la voluntad del Señor. Una oposición que puede convertirse, incluso, en lucha y rechazo de nuestro Padre del Cielo.
Necesitamos descubrir el intenso amor que guía los designios de Dios hacia nosotros y, si somos consecuentes con la fe y la moral que Jesús nos revela, no han de extrañarnos los malos tratos, las difamaciones y las persecuciones. Ya que estar en el buen camino no nos evita las dificultades de la vida y Él, a pesar del sufrimiento, nos enseña a continuar.
“Ven Señor a Salvarnos”, le decimos con el Salmista. Hoy, se nos desafía a acoger a Jesús, a convertir el corazón para su venida.
Hoy nos podemos preguntar: ¿Cómo estoy cultivando mi corazón para recibir a Jesús?
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Píldorasde Fe,com
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://boosco.org/www/2017/12/15/mateo-1710-13-elias-ya-ha-venido-y-no-lo-han-reconocido/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=10-12-2022
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2022
“Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna” (Isaías 26, 4) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Dciembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.