https://youtu.be/PsV1SQUsr44
- 2 Cor 9, 6-10
- Sal 111
- Jn 12, 24-26
Hoy que celebramos la fiesta de San Lorenzo quien se caracterizó por su entrega total al servicio de la Iglesia, la liturgia nos invita a imitar sus virtudes y dar fruto con el que se enriquezcan los demás.
Y es que como acabamos de leer en el texto a los Corintios, dar, es ir sembrando, y el que siembra a manos llenas, con generosidad, a manos llenas cosechará, dar lo que salga de nuestro corazón, no por compromiso, menos de mala gana, sino movidos por la acción del Expiritu Santo, el Dador de Dones.
El Espíritu capacita, energiza y prepara a los creyentes para servir al Señor. Una de las formas en que nos ayuda es concediéndonos dones espirituales, que son capacidades dadas a los creyentes.
Nuestro Padre celestial tiene un ministerio en mente para cada uno de sus hijos. Por lo tanto, ha seleccionado el “equipo” espiritual necesario para ayudarnos a llevar a cabo su obra, que consiste en dones que fueron dispuestos por nuestro Creador antes de que naciéramos. Su voluntad es que aceptemos nuestro don y lo ejerzamos junto a los dones de otros creyentes para servirle de todo corazón como Cuerpo de Cristo. Incluso el trabajo más pequeño contribuye a la Gran Comisión y al fortalecimiento de la Iglesia.
Cuando demos debemos hacerlo con un corazón alegre o lleno de júbilo. Dar por obligación, para llamar la atención, para evitar las críticas de otras personas o para quedar bien, es dar con una actitud errónea ante Dios, es por eso que debemos analizar nuestra motivación al hacerlo ¿Qué nos mueve?
Tampoco debemos dar esperando recibir algo a cambio. Lo correcto es dar con manos abiertas, con generosidad y como un acto de amor hacia Dios y hacia nuestro prójimo.
Además San Pablo, aprovechó para introducir algunos conceptos muy interesantes sobre la manera en la que a Dios le agrada que demos. Para esto, él comparó la generosidad con la agricultura o la siembra. Cuando damos, sembramos, y tarde o temprano veremos el fruto de lo que fue sembrado.
Tal y como pasa en la agricultura, se cosecha lo que se siembra. Por eso debemos prestar atención a lo que sembramos. Si sembramos amor, bondad, alegría o generosidad recibiremos amor, bondad, alegría y generosidad. Por el contrario, si nuestra siembra consiste en enojo, gritos, desconfianza y tacañería, es exactamente eso lo que cosecharemos, por eso cuando ayudamos al prójimo, según la propuesta del Señor, irrumpimos en la historia de su vida mostrando el amor y el cuidado de Dios. Dar nos hace partícipes del mover de Dios en su vida y en su familia. ¡Es un privilegio y una gran bendición!
En el evangelio el Señor nos dice: “El que me sirve será honrado por mi Padre”, es por eso que hoy festejamos a San Lorenzo quien, se dedicó con especial atención a atender a los pobres y enfermos. Cuando el emperador Valeriano desató una fuerte persecución contra la Iglesia y exigió la entrega de sus tesoros, San Lorenzo, tras unos días, se presentó ante el emperador rodeado de pobres, paralíticos, cojos, mendigos, enfermos y ciegos. Y con su cara sonriente, le dijo: “Estos son los tesoros de la Iglesia”.
Definitivamente San Lorenzo fue un grano de trigo del que nos habla San Juan hoy y que el Papa Francisco nos explica así: “Jesús precisamente después de haber entrado en Jerusalén dice a sus discípulos: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto» . Intentemos pensar en un grano o en una pequeña semilla, que cae en el terreno. Si permanece cerrado en sí mismo, no sucede nada; si en cambio se rompe, se abre, entonces da vida a una espiga, a un brote, después a una planta y la planta dará fruto.
Jesús ha llevado al mundo una esperanza nueva y lo ha hecho como la semilla: se ha hecho pequeño pequeño, como un grano de trigo; ha dejado su gloria celeste para venir entre nosotros: ha “caído en la tierra”. Pero todavía no era suficiente. Para dar fruto Jesús ha vivido el amor hasta el fondo, dejándose romper por la muerte como una semilla se deja romper bajo tierra. Precisamente allí, en el punto extremo de su abajamiento —que es también el punto más alto del amor— ha germinado la esperanza.”
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes.” Ef 13,13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2017/documents/papa-francesco_20170412_udienza-generale.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://noticiasvital.com/2019/02/13/el-espiritu-santo-dador-de-dones/
- https://es.catholic.net/op/articulos/70555/cat/51/el-que-me-sirve-sera-honrado-por-mi-padre.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=10-08-2023
- https://www.bibliaon.com/es/dios_ama_dador_alegre_reflexion/
Palabra de Vida Mes de Agosto 2023
“Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla tu deseo”. (Mateo 15, 28) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.