https://youtu.be/G7POWmnBM_g?si=8Rl7EZEdOU2z3uvn
- 1 Tes 4, 1-8
- Sal 96
- Mt 25, 1-13
Hoy San Pablo sigue exhortando a los tesalonicenses, y a nosotros, a seguir progresando en nuestro camino de crecimiento en Dios quiere es que todos nos santifiquemos, que vivamos como conviene a su voluntad y eso lo lograremos cuando, en nuestra vida reine El y en tanto nos dejemos guiar por su justicia, como nos invita el Salmo. Entonces cuando el Señor nos visite, nos encontrará con las lámparas preparadas con el aceite de la fe.
La invitación de san Pablo no puede ser más objetiva y clara: lo que Dios quiere es que seamos santos. Si bien en este pasaje propone a la comunidad de Tesalónica algunas ideas y áreas en las que hay que trabajar continuamente como son la castidad, el control de sí mismo, el trato a los demás y la caridad, recordemos que el ser santos no es otra cosa que vivir de acuerdo al Evangelio.
Hemos de vivir nuestra vida cristiana siempre con una mirada puesta hacia delante, haciendo nuevos progresos.
No hacer de nuestra fe algo rutinario, una fe cómoda, una fe simple.
Es cierto que no es fácil, sobre todo en algunas áreas de nuestra vida; sin embargo, contamos con la ayuda del Espíritu que, actuando desde dentro, va sanando y fortaleciendo nuestra voluntad para que la vida de Dios se haga una realidad en nosotros.
Pablo aquí nos lleva a que vivamos y permanezcamos fieles a Dios, agradándole en todo lo que nos pide, y no conformarnos ya con haberle agradado, siempre insistiendo más y más. Debemos seguir caminando mirando hacia delante, siempre buscando más. Llegar a ser perfectos como nuestro Padre es perfecto (Mt 5, 48), es lo que él espera de nosotros. Hacer lo que Él nos pide.
Nuestra fe se puede mejorar cada día, y a su vez mejorar nuestro testimonio, siendo un testimonio sincero y fiel al Evangelio de Jesús.
Y del texto del evangelio, nos explica el Papa Francisco: “
¿Qué quiere enseñarnos Jesús con esta parábola? Nos recuerda que debemos permanecer listos para el encuentro con Él. Muchas veces, en el Evangelio, Jesús insta a velar y lo hace también al final de este relato. Dice así: «Velad pues, porque no sabéis ni el día ni la hora» (v. 13). Pero con esta parábola nos dice que velar no significa solamente no dormir, sino estar preparados; de hecho, todas las vírgenes se duermen antes de que llegue el novio, pero al despertarse algunas están listas y otras no. Aquí está, por lo tanto, el significado de ser sabios y prudentes: se trata de no esperar al último momento de nuestra vida para colaborar con la gracia de Dios, sino de hacerlo ya ahora. Sería hermoso pensar un poco: un día será el último. Si fuera hoy, ¿cómo estoy preparado, preparada? Debo hacer esto y esto… prepararse como si fuera el último día: esto hace bien.
La lámpara es el símbolo de la fe que ilumina nuestra vida, mientras que el aceite es el símbolo de la caridad que alimenta y hace fecunda y creíble la luz de la fe. La condición para estar listos para el encuentro con el Señor no es solo la fe, sino una vida cristiana rica en amor y caridad hacia el prójimo. Si nos dejamos guiar por aquello que nos parece más cómodo, por la búsqueda de nuestros intereses, nuestra vida se vuelve estéril, incapaz de dar vida a los otros y no acumulamos ninguna reserva de aceite para la lámpara de nuestra fe; y ésta —la fe— se apagará en el momento de la venida del Señor o incluso antes. Si en cambio estamos vigilantes y buscamos hacer el bien, con gestos de amor, de compartir, de servicio al prójimo en dificultades, podemos estar tranquilos mientras esperamos la llegada del novio: el Señor podrá venir en cualquier momento, y tampoco el sueño de la muerte nos asusta, porque tenemos la reserva de aceite, acumulada con las obras buenas de cada día. La fe inspira a la caridad y la caridad custodia a la fe.”
Cuidado, porque hoy también nosotros podemos llegar a ser muy necios, no sólo desde el punto de vista de una necedad generalizada, esa que se dice de toda muestra de poca inteligencia, sino de la necedad religiosa, que consiste en una falta de sensatez humana, don de lo alto, para buscar y tratar las cosas de Dios.
Como aquellas doncellas, también nosotros podemos ser necios para Dios. Y una forma de ser necios para Dios es querer saber lo que no podemos saber, o querer dominar aquello que nos trasciende, que nos supera. También querer experimentar la certeza de las cosas de Dios sin tener que arriesgar desde la fe. Buscar pruebas, milagros, manifestaciones extraordinarias. Hoy existe la tentación en la Iglesia de hacer la ruta de las manifestaciones extraordinarias, aunque la Iglesia aún tenga una actitud como mínimo de cautela sobre ellas, y no haya confirmado ningún signo de sobrenaturalidad.
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo estén siempre con ustedes.” Ef 13, 13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/09/01/viernes-1-de-septiembre-2023-semana-21-del-to-ni-el-dia-ni-la-hora/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=01-09-2023
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2017/documents/papa-francesco_angelus_20171112.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/30-8-2013/
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2023
“Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar” (Salmo 145, 2). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/#:~:text=Septiembre%202023&text=%E2%80%9CD%C3%ADa%20tras%20d%C3%ADa%20te%20bendecir%C3%A9,(Salmo%20145%2C%202). https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.