https://youtu.be/Q-TdzxRy2Ms
- Am 8, 4-6. 9-12
- Sal 118
- Mt 9, 9-13
“Dichoso el que es fiel al Señor y lo busca de todo corazón”, nos dice el Salmista hoy. Y es que hoy la liturgia nos invita precisamente a buscar al Señor con un corazón sincero. El vino por nosotros los pecadores, El nos conoce y nos llama, como llamó a aquellos pecadores, como nos habla la primera lectura, y los hizo sentir hambre, no de pan, sino de oír la Palabra de Dios. A ellos y a nosotros que somos un poco farisaicos nos dice que El sabe que “no son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos”… Yo quiero Misericordia y no sacrificios…”
Escribe Chiara Lubich, con respecto a la Palabra de Vida que iniciamos hoy, “Solo una cosa es necesaria” Lc 10,42. «Jesús se valió de esta circunstancia para explicar lo más necesario en la vida del ser humano. […] Escuchar la Palabra de Jesús. Y para Lucas, que escribió este pasaje, escuchar la Palabra significa también vivirla. […] Y esto es lo que tienes que hacer también tú: acoger la Palabra y dejar que obre en ti una transformación. No solo eso, sino permanecer fiel a ella, guardándola en el corazón para que modele tu vida, como la tierra guarda en su seno la semilla para que germine y dé fruto. O sea, dar frutos de vida nueva, efectos de la Palabra»
Pero nuestra actitud, en muchas ocasiones sigue siendo como la de los Israelitas que nos describe el profeta Amos hoy. En esta lectura vemos reflejada la conducta engañosa de algunos israelitas: cumplir con las normas, pero aplastando a los que tienen a su lado.
Es lo que comúnmente designamos como llevar una doble vida: de cara a la galería viven la piedad para con Dios, pero olvidan la caridad con el prójimo. Los israelitas olvidaron, y muchas veces nosotros también lo hacemos, que la fe pasa por la caridad, que son como las dos caras de una misma moneda. Si nuestra fe es sincera se va a notar en nuestra vida, en nuestro actuar según Dios, sin falsear ni maquillar su Verdad en nuestro provecho, y por supuesto, sin perjudicar al pobre.
Vivir una doble vida es una tentación muy sutil y que fácilmente anestesia nuestra conciencia. Podremos engañar a los demás, engañarnos a nosotros mismos, pero no a Dios
Qué necios. ¿No vemos que todo esto nos hace cada vez más pobres? El profeta Amós predicó alrededor del año 750 a.C., esto mismo lo repitió Jesús hace 2000 años y tristemente, sigue siendo tan actual en nuestros días, que es necesario reaccionar y no dejarnos llevar por la globalización, el consumismo y sobre todo por la deshumanización.
Sin embargo, veamos la actitud de Jesús que siempre nos da grandes enseñanzas con su ejemplo: “En aquel tiempo, nos narra el evangelista, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». (…)
Es suficiente con la invitación de Jesús: «Sígueme» (Mt 9,9). Con una palabra del Maestro, Mateo deja su profesión y muy contento le invita a su casa para celebrar allí un banquete de agradecimiento.
Nos explica el Papa Francisco: “Es la primera condición para ser salvado: sentirse en peligro; la primera condición para ser curado: sentirse enfermo, Y sentirse pecador, es la primera condición para recibir esta mirada de misericordia. Pero pensemos a la mirada de Jesús, tan bella, tan buena, tan misericordiosa. Y también nosotros cuando pedimos sentimos esta mirada sobre nosotros; es la mirada del amor, la mirada de la misericordia, la mirada que nos salva. No tengan miedo.”
Era natural que Mateo tuviera un grupo de buenos amigos, del mismo “ramo profesional”, para que le acompañaran a participar de aquel convite. Según los fariseos, toda aquella gente eran pecadores reconocidos públicamente como tales.
Por eso, los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?» Los fariseos tienen razón. Mateo vivía como un pecador y se juntaba con otros pecadores. Pero el Señor no llama a los más capaces, sino que los capacita con su llamada…, mira al cura de Ars.
Las palabras de este Evangelio son de actualidad. Jesús continúa invitándonos a que le sigamos, cada uno según su estado y profesión. Y seguir a Jesús, con frecuencia, supone dejar pasiones desordenadas, mal comportamiento familiar, pérdida de tiempo, para dedicar ratos a la oración, al banquete eucarístico, a la pastoral misionera. En fin, que «un cristiano no es dueño de sí mismo, sino que está entregado al servicio de Dios» (San Ignacio de Antioquía).
Ciertamente, Jesús nos pide un cambio de vida y, así, me pregunto: ¿de qué grupo formo parte, de la persona perfecta o de la que se reconoce sinceramente defectuosa? ¿Verdad que puedo mejorar?
Por eso, si crees que Dios te llama no te excuses, corresponde a esa llamada y Dios te hará capaz. Recuerda que la Palabra de Vida de este mes nos dice: “Solo una cosa es necesaria” , falta por entender bien qué es lo único necesario. En esto nos puede ayudar el inicio de la frase: «Marta, Marta…» (Lc 10, 41). La repetición del nombre, que puede sonar casi como anunciadora de un reproche, en realidad responde a la modalidad propia de la «llamada-vocación». O sea, parece que Jesús llama a Marta a un nuevo modo de relacionarse, a tejer un vínculo que no sea el de una servidora sino el de una amiga que entra en una relación profunda con El.
La llamada a María es la más singular y excelsa de la historia y ella simplemente dijo: “Hágase”. ¿Nosotros que responderemos?
Palabra de Vida Mes de Julio 2022
«Solo una cosa es necesaria» (Lc 10, 42) https://www.focolare.org/espana/es/news/2022/06/30/julio-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.