?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Is 58, 1-9
- Sal 50
- Mt 9, 14-15
Hoy es viernes de cuaresma, el primero de los viernes de este tiempo litúrgico y se nos está invitando por todos los medios a hacer penitencia. Es bueno, es santo y saludable, pero ¡Cuidado! No limitemos nuestras penitencias a la abstención de comer carne, al ayuno, a “acostarnos sobre saco y ceniza”. Esta no es la penitencia a la que Dios nos invita. ” …El ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne…”
Si escuchamos lo que hoy nos dice Jesús, lo que la nueva Ley nos señala, que no nos impone, llegaremos a concluir que el ayuno depende de la situación del hombre, no de la ley. No se puede ayunar mientras el esposo, está presente. No necesitas penitencia si Dios está contigo, llenando tu vida. Si la necesitas si te alejas de Dios, si deja de ser el centro de tu vida. Entonces sí necesitarás vivir la penitencia para recuperar de nuevo la presencia del esposo. Dios está siempre esperando con los brazos abiertos, esperando pacientemente a que tú quieras refugiarte en ellos.
Es esta época para presentarnos ante el Señor con un corazón contrito, pedirle de todo corazón que nos lave de todo pecado.
Eso nos explica el Papa Francisco:” ¡Ese es el ayuno que quiere el Señor! El ayuno que se preocupa de la vida del hermano, que no se avergüenza -lo dice el mismo Isaías- de la carne del hermano. Nuestra perfección, nuestra santidad va adelante con nuestro pueblo, en el que somos elegidos e introducidos. Nuestro acto de santidad más grande está precisamente en la carne del hermano y en la carne de Jesucristo”
Mes de marzo
Sé parte de alguna misión
Intégrate a una misión evangelizadora o planea un peregrinaje, esto avivará el deseo de servir y mantendrá ardiendo la llama de la fe.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo me sale bien”
Sor Evelia 08/01/2013.