La muerte, como tema tabú
El recién terminado 2020 nos trajo multitud de noticias, la mayoría de ellas malas, aunque también algunas buenas.
La muerte es un hecho trascendental que pone fin a la vida y que suscita en el hombre las más grandes reflexiones y profundas preguntas. El mundo occidental se caracteriza por tener la incertidumbre de la muerte, y con frecuencia sentimos temor de morir, aunque de antemano sabemos que es el único porvenir seguro que tenemos como seres humanos.
Filósofos y pensadores importantes que han existido a lo largo de los tiempos, como Platón, Aristóteles o Epicuro, han tenido como objetivo dilucidar el significado de la muerte y auxiliar al ser humano en su temor frente a ella. Las religiones o creencias en torno a la vida, como las de los judíos, cristianos, hinduistas, budistas y demás, tienen variados conceptos y rituales de la muerte, pues algunos creen en la posibilidad de la reencarnación o la resurrección, o de una vida eterna en el cielo o en el infierno.
El sentido de la muerte en el México prehispánico y en nuestras etnias actuales está ligado a ciertos dioses y a la vida después de la muerte; de hecho, el mexicano actual ha llenado su mundo de mitos y leyendas, de poemas, canciones, dichos populares y de una mezcla de temor y humor; incluso se dice que nos burlamos de la muerte o reímos de miedo, pero ¿estamos preparados para morir o para perder a un ser querido? Seguramente la respuesta será un rotundo no.
La muerte es un proceso natural de la vida, tan cotidiano como el nacimiento de un nuevo ser; el problema está cuando nos toca de cerca, pues en ese momento atravesamos por una serie de sentimientos tales como fragilidad, vulnerabilidad y amargura, los cuales no estamos preparados para enfrentarlos y vivir con ellos; la mente reacciona de manera diferente cuando este trágico suceso llega a nuestras vidas, y entonces las reacciones son intensas, con cambios psicológicos, conductuales y emocionales que marcan la vida por lapsos variables.
El tema de la muerte en las diferentes religiones.
En términos generales, se han presentado las dos grandes posturas sobre la muerte y la vida después de la muerte, una de ellas es la que presenta la ciencia, mientras que otra es la de la religión. Cada una de estas posturas constituye planteamientos filosóficos, teológicos, antropológicos o psicológicos, ya que se presentan en contexto determinados de convivencia social que dan cohesión a los diferentes grupos humanos, orientando así su comportamiento.
Veamos el concepto de algunas religiones:
·Budismo: Es una transición entre una forma de vida y experiencia y otra, entre un sueño y otro sueño. Según la visión budista, la vida es eterna. Se cree que atraviesa sucesivas encarnaciones, así que la muerte no se considera el fin. El principio fundamental del budismo es que la vida es eterna y cada ser vivo está sometido a un ciclo continuo de nacimiento y muerte.
. Islam: La muerte es un cese de las tareas de la vida; es un descanso, un cambio de residencia, un cambio de existencia; es una invitación a una vida eterna, un comienzo, la introducción a una vida inmortal.
• Judaísmo: Morir significa la separación temporal del cuerpo y el alma, para volver a unirse en un futuro próximo (resurrección de los muertos). Es el fin de una unidad temporal que vino al mundo a cumplir un propósito y que ahora se desintegra para, más adelante, recibir la verdadera recompensa de su labor.
• Cristianismo: Es la separación del alma y el cuerpo. El fin de la vida física, pero no de la existencia. “y el polvo se torne a la tierra, como era antes, y el espíritu se vuelva a Dios que lo dio.” Eclesiastés 12:7
Para nosotros los católicos, la muerte forma parte de la vida; no es una ruptura especialmente importante. Nosotros nos fiamos de Jesús que dio su vida por nosotros para que nosotros tengamos vida eterna.
Creemos que Jesús resucitó y también nosotros resucitaremos con Él.
La tanatología es una disciplina científica que estudia las conductas que pueden representar una amenaza para la vida; es una ciencia multidisciplinaria de la que hoy se habla más frecuentemente y que tiene resultados considerablemente útiles.
En la actualidad, hay un gran número de personas preparadas para ayudar a curar el dolor del proceso de morir, tanto en el enfermo como en la familia. El trabajo tanatológico no termina con la muerte de alguien, sino que continúa hasta que el familiar concluye su trabajo de duelo, del que luego hablaremos, y llega a la verdadera aceptación de la muerte de su ser querido.
Cómo se aborda el tema de la muerte.
En el libro La Cabaña, Paul Young, en un diálogo entre Mackenzie, el personaje del libro, y el Espíritu Santo, este último le dice una frase para que meditemos: …”Y cuando finalmente caigas dormido en este mundo, tendremos una eternidad juntos, frente a frente”
El ser humano ha encontrado siempre interesante el tema de la muerte y la vida, ya que son procesos inherentes a su existencia misma. Particularmente, la muerte es un fenómeno enigmático y contradictorio a la vez, por ello es que el hombre ha intentado entenderla y formular explicaciones sobre lo que es a partir de lo que sabe sobre la vida (Málishev, 2003; Anaya y Padilla, 2010).
Desde la perspectiva científica, la muerte es concebida como el término y el límite de la vida, en donde el organismo es incapaz de sostener su homeostasis, sobreviniendo así el daño definitivo y el cese de todas las funciones vitales (García-Rillo, García-Pérez y Duarte, 2012).
Jaramillo-Magaña (1993, p. 81) expone:
La muerte es un proceso que generalmente comienza con la disminución del aporte de oxigeno hacia el cerebro y que continúa con la muerte neuronal y posteriormente la muerte somática, es decir el cese total e irreversible de todos los órganos y sistemas del organismo, que son consecuencia de daño en la membrana celular y que facilitan la necrosis y la putrefacción.
En México, el artículo 343 de la Ley General de Salud (Congreso General de los Estadios Unidos Mexicanos, 2017) declara que la muerte o pérdida de la vida ocurre tras la muerte encefálica o el paro cardiaco irreversible, y que se determina mediante los siguientes signos (p. 136-137):
I. Ausencia completa y permanente de conciencia.
II. Ausencia permanente de respiración espontánea.
III. Ausencia de los reflejos del tallo cerebral, manifestado por arreflexia pupilar, ausencia de movimientos oculares en pruebas vestibulares y ausencia de respuesta a estímulos nocioceptivos.
De esta manera, el criterio de muerte desde la biología implica la pérdida de las funciones de un organismo como un todo; los organismos vivos mueren, y por lo tanto la muerte es un proceso irreversible que completa el ciclo vital de todos los seres vivos (Pastor, Escobar, Mayoral y Ruiz, 2014; Anaya y Padilla, 2010).
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.