Ahora empieza el centro y el culmen de toda la celebración, a saber, la Plegaria eucarística, que es una plegaria de acción de gracias y de santificación.
Nos sigue explicando el Papa Francisco: “Y en esta solemne oración —la Oración eucarística es solemne— la Iglesia expresa lo que esta cumple cuando celebra la eucaristía y el motivo por el que la celebra, o sea, hacer comunión con Cristo realmente presente en el pan y en el vino consagrados. Después de haber invitado al pueblo a levantar los corazones al Señor y darle gracias, el sacerdote pronuncia la Oración en voz alta, en nombre de todos los presentes, dirigiéndose al Padre por medio de Jesucristo en el Espíritu Santo. «El sentido de esta oración es que toda la asamblea de los fieles se una con Cristo en la confesión de las maravillas de Dios y en la ofrenda del sacrificio» (Instrucción General del Misal Romano, 78). Y para unirse debe entender. Por esto, la Iglesia ha querido celebrar la misa en la lengua que la gente entiende, para que cada uno pueda unirse a esta alabanza y a esta gran oración con el sacerdote. En verdad, «el sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio» (Catecismo de la Iglesia Católica, 1367).”
El sacerdote invita al pueblo a elevar el corazón hacia Dios y a darle gracias a través de la oración que él, en nombre de toda la comunidad, va a dirigir al Padre por medio de Jesucristo en el Espíritu Santo. El sentido de esta oración es que toda la congregación de los fieles se una con Cristo en el reconocimiento de las grandezas de Dios y en la oblación del sacrificio. La Plegaria eucarística exige que todos la escuchen con reverencia y en silencio.
A partir de mañana iremos hablando sobre los principales elementos de que consta la Plegaria eucarística.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.