Hoy, aquí estoy de nuevo para compartirles como va el duelo, cinco meses después de la partida de mi esposo.
Hablando con unos amigos hace unos días me decían que de dónde tomé yo el hablar de la muerte como hermana y yo les decía que no era mío, yo lo oí por primera vez cuando estaba en el colegio.
Entonces busqué como explicarles el significado, para ello paso pues a compartirles un trozo de un artículo referente a San Francisco, de quien como sabrán se le atribuye esta connotación.
San Francisco no llama «hermana» a la muerte porque la personifique, ni ignora su carácter inexorable idealizándola falsamente, sino porque lo une a la muerte redentora de Cristo y por eso la acepta, la acoge y se hermana con ella. En el Cántico de las Criaturas, compuesto en su lecho de muerte, afirma que a la única muerte a la que hay que temer es a la «segunda muerte», que es la que nos aleja eternamente de Dios.
Contemplar a la muerte, nuestra muerte futura, es espiritualmente sano porque nos pone en perspectiva de que la vida es solo un instante, pero el único que nos avala, por la fe expresada en obradas, para que la muerte no sea un sinsentido, sino para que sea la entrada a la meta gloriosa, porque Dios ha asociado nuestra muerte con la suya, y ha convertido a la muerte en puerta y puente que conducen a la vida eterna, donde nos esperan los brazos cariñosos del Altísimo.
Siguiendo con la conversación con mis amigos, llegábamos a la conclusión que debemos trabajar en educarnos para este momento y educar a los nuestros, personalmente creo que esto ahorraría mucho sufrimiento innecesario. Aclaró no estoy diciendo que no debamos sentir dolor por la partida de un ser querido, pero no desesperarnos con ello.
Y es que si lo meditamos, los católicos tenemos muchos oportunidades para hacerlo, bastaría con que pusiéramos mucha atención en lo oramos en la Eucaristía, pr ejemplo en el Credo, profesamos nuestra fe en la Resurrección de los muertos y en la vida Eterna. ¿No es cierto, entonces que queremos afirmar con ello que creemos con fe que nosotros -los seres humanos, la Tierra y todo lo que en ella crece tenemos un futuro mejor. Creemos con fe que ese futuro será bueno. Mejor de lo que nosotros nos imaginamos y soñamos?
En el Grupo de Apoyo Acompañando en el duelo, en la sesión del lunes nos hablaban de la muerte y nos presentaron el pensamiento de Elizsabeth kubler-Ross, que en su libro La Muerte un amanecer, dice: “La muerte no es más que el abandono del cuerpo físico de la misma manera que la mariposa deja su capullo de seda. La muerte es el paso a un nuevo estado de conciencia, en el que se continua experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo… la único cosa que que se pierde en este nuevo estado es el cuerpo físico, pues ya no lo necesitamos. Es como si se acercase la primavera, guardamos nuestro abrigo de invierno, sabiendo que ya está demasiado usado y ya no nos lo pondremos de todas maneras .La muerte no es otra cosa.”
Esta es mi creencia, solo que cristianamente hablando para mi ese nuevo estado de conciencia es la Iglesia Triunfante; del triunfo de alcanzar la gloria del cielo, que consiste en el premio de ver al fin a Dios, directamente y sin intermediarios, en toda la infinita belleza de la total perfección de Dios en su máxima expresión de Amor.
Esto me da cada día más paz en el corazón y más esperanza de que cada día más pronto yo estaré también en este nuevo estado de conciencia.
Comentaba hace poco que nunca he estado más cerca de mi esposo y en mejor relación con él como ahora, creo que hoy sí somos una sola carne, pues él vivie en mi y yo vivo con él.
Así vivo hasta hoy mi duelo, en medio del anuncio de la Pascua de Resurrección del Señor pronto a celebrar.
Paz y Bien. Gracias por estar conmigo.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.