Categoría: Liturgias Diarias

La liturgia de hoy, fiesta de la Epifania, manifestación de Dios en Jesus su Hijo hecho hombre, nos invita a descubrir con una fe profunda las constantes epifanías  que Dios realiza en nuestra vida.

El Señor nos llama al seguimiento, a ser discípulos a, como nos dice el Padre Yepes en el audio, no solo creer en Jesus, sino creerle a Jesus: Vivir la vida plena desde el Amor y el servicio a los demás.

“Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, ¡pues lo somos!”. Tenemos que pedir a nuestro Padre Dios, en este tiempo de navidad y siempre, que no nos deje de su mano

Permaneced en El! Que el principal propósito de este 2020 sea,  preparar nuestro corazón para que la luz, que es Jesus, nos lleve a conocerlo, reconocerlo y recibirlo en nuestra vida; negar a Jesús su dignidad de enviado de Dios para hacernos volver al Padre, nos convierte en anticristos, y por lo tanto, en mentirosos.

Al comenzar el nuevo año, preguntémonos: “¿Sé mirar a las personas con el corazón? ¿Me importa la gente con la que vivo? Y, sobre todo, ¿tengo al Señor en el centro de mi corazón?”. Sólo si la vida es importante para nosotros sabremos cómo cuidarla y superar la indiferencia que nos envuelve. Pidamos esta gracia: vivir el año con el deseo de tomar en serio a los demás, de cuidar a los demás.

Lleno de amor y verdad. “Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros lleno de amor y verdad”. Eso es lo que confesamos el último día del año.

San Juan nos advierte lo inconveniente de amar al mundo y lo qué hay en el. El evangelio nos muestra a la Sagrada Familia cumpliendo lo que prescribía la ley, y como el Señor se manifiesta en este encuentro de generaciones.
Hoy preguntémonos como vivo la Navidad, con las prescripciones del mundo o con la obediencia a la Voluntad de Dios?

La familia de Nazaret nos compromete a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de toda familia.

El martirio, es,  no solo es cosa del pasado, también en estos momentos nos encontramos con mártires de la fe en diversos lugares del mundo y que, al igual que estos santos que hoy conmemoramos, son inocentes, pero saben que están en la Verdad, y que su vida no tiene sentido sin su fe.

Nos hemos sentido alguna vez “perseguidos” por declararnos y actuar como cristianos?