Categoría: Liturgias Diarias

En este año en particular, la liturgia, se nos presenta como signo de esperanza, más en el contexto del Adviento y en esta semana que estamos invitados a la transformación de nuestra vida;  el Señor que conoce nuestras adversidades, dolencias y carencias, nos llama a poner nuestra vida entera en sus manos,

Hoy especialmente y en el marco del Adviento que estamos viviendo, la liturgia de esta semana nos ayuda a reflexionar acerca de nuestra debilidad, la figura de Maria nos ayude por su testimonio de vida de fe, de un constante Hágase, y su intercesión nos ayude a que purificados de todas nuestras culpas, como nos invita la oración  colecta, lleguemos ante la presencia del Señor. 

En esta segunda semana de Adviento en que debemos trabajar por la conversión de nuestra vida, la liturgia nos invita a no desfallecer, sino a contando con su Gracia, luchar contra los obstáculos que se nos puedan presentar.

Hoy la liturgia nos motiva para dejándonos transformar por el Amor, seamos colaboradores activos en la propagación del Reino.

Nuestra preparación a la Navidad, a la fiesta en la que el Dios que salva se hace hombre, debe forzosamente incluir una vitalización de nuestra fe en el Dios que no nos abandona.

El tiempo de Adviento es un tiempo para abrir nuestros ojos a la bondad y, sobre todo, a la comprensión. La liturgia nos invita a vivir este tiempo abriendo nuestro corazón para que El nos transforme.

Este tiempo nos motiva a celebrar el inicio de la nueva creación, la llegada del tiempo mesiánico, a abrir nuestra mente y nuestro corazón para ver y oír su Palabra y como los pobres de Dios nos aprestemos a ponerla en práctica.

En el marco de esta Festividad de San Andrés y siguiendo la espiritualidad propia de Adviento, dejemos que la Palabra sea eficaz, abriendo nuestros corazones y así permitirle al Señor, suscitar de nuestra parte una respuesta, plasmada en entrega y servicio como lo hizo San Andrés.

Hoy iniciamos un nuevo año  Litúrgico y la Palabra nos habla, nos cuestiona y nos enseña profundas sabidurías