Hoy con la liturgia estamos recibiendo la invitación de parte de Jesús a corresponder como Pedro a su Amor y reafirmarlo como el Resucitado, con nuestro testimonio.
Hoy que los católicos celebramos a María Auxiliadora, la liturgia nos insta a como consagrados a Dios y a su palabra, crecer en el espíritu y alcanzar la herencia prometida.
Como hemos podido constatar a través de la liturgia de la Pascua, el Señor Jesús, durante su paso fue formando a sus discípulos para continuar su misión de anunciar el Evangelio.
El Señor nos pregunta hoy en la liturgia, como a los discípulos ¿de verdad creen? Con lo que busca calmar el entusiasmo inicial ante encuentros maravillosos con el Señor y enfrentarnos así, con la verdad.
La Fiesta de la Ascensión del Señor expresa la dimensión de exaltación y glorificación de la naturaleza humana de Jesús, como contrapunto a la humillación padecida en la condena y la muerte en la cruz.
La liturgia de hoy nos muestra a Jesús, invitando a sus discípulos a pedir con confianza y a Pablo dando cabida en la evangelización a un miembro más, Apolo.