Hoy la liturgia nos recuerda que la Voluntad de Dios es santa, pues dirige el mundo de la gracia en el corazón del hombre y lo lleva a profetizar, a ser instrumento de conversión y agentes de perdón.
El Señor en esta liturgia nos invita a seguirle sin excusas y asumir un verdadero cambio en nuestra vida, renunciando para anunciar y así avanzar tras Su Luz.
Hoy en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, la liturgia nos invita a vencer los temores y el ego y mantenernos firmes en la misión que el Señor nos haya encomendado.