La liturgia de hoy nos insta a no acomodarnos, o quedarnos inmóviles, sino a manifestar quienes somos en realidad, cristianos que mostramos la fe por el servicio a los demás y el amor que nos tenemos unos a otros.
Hoy que recordamos la Memoria del Martirio de Juan el Bautista, la liturgia nos invita a meditar en hacer en todo momento la Voluntad de Dios y nunca transigir frente al pecado.
Hoy recordamos la memoria de San Agustín quien interpretó el llamado de Jesus a estar despiertos, vigilantes como una llamada a no distraerse con las vanidades del mundo.
Hoy las lecturas de la liturgia critican a figuras religiosas que no actúan de acuerdo a su fe, sino que buscan el beneficio propio y no el bien de la comunidad.