Hoy en la liturgia, vemos como la comunidad asegura conocer a Jesús, pero El les cuestiona, esto nos lleva a reflexionar; y nosotros ¿podremos asegurarlo?
Hoy liturgia nos habla de esa alegría brota de nuestro corazón al experimentar en carne propia la Pascua de Cristo y que tranforma los miedos y tristezas, es esperanza y fortaleza
Hoy el Señor, en la liturgia, nos invita como a los discípulos a prepararnos para despedirlo y convertir nuestra tristeza en gozo como fruto de la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida.
La liturgia nos sigue preparando para que con la fuerza que nos da el Espíritu Santo, sigamos anunciando el evangelio y adaptándonos a las circunstancias,
Se aprecia muy bien en las lecturas que el Espíritu que habita la Iglesia es el fruto final de la Pascua, por lo que hoy se nos invita a vivir en comunión con el Paráclito Divino.