Vivimos en sociedades polarizadas y con escasez de liderazgo que velen por el bien común, sin embargo como Iglesia estamos llamados a ejercer el papel de mediadores sin favoritismos, esa es nuestra piedra preciosa
La liturgia nos invita a adentrarnos en la intimidad con Dios y profesar la fe inquebrantable en Jesús, quien se presenta como la Resurrección y la Vida incluso frente a la muerte.
En la liturgia nos encontramos como frente a la idolatría del pueblo de Israel, Jesús intenta corregir esos errores y habla de un reino que surge en la ‘pequeñez.
La liturgia de hoy nos llama a renovar nuestro compromiso con la alianza divina. Y no caer en la tentación de excluir a quienes no piensan como nosotros.