Señor, no quiero renunciar a lo que es correcto ante ti. Dame tu fuerza para rechazar todo precepto de hombre que sea contrario a tus divinas enseñanzas.
A veces por mi gran ceguera, he obrado mal. En algunas ocasiones, son las malas pasiones las que me han dominado arrastrándome a abismos de dolor.
Aquí me tienes, pecador, rápido en ver, juzgar y corregir los errores y las pequeñas faltas de los demás; pero lento para corregir las mías propias.
Ayúdame a sacar de mi interior aquellos estorbos espirituales que no me permiten crecer en tu dirección. Corrige todas mis malas formas de actuar.
Ayúdame a encontrar fuerzas en tu amor, a encontrarme contigo en la Eucaristía, para que serenes mi alma y apagas toda tribulación que turba mis sentidos.
Quiero hacer de tu Palabra parte de mi vida, que rija mis decisiones para así desprenderme de todo deseo malsano que ensucia y mancha mi alma.
Dame, amado mío, el don de ser un cristiano coherente, un cristiano lleno de compasión para ser vigilante primero de mis propias acciones
Perdona mis faltas y libérame de las heridas que pude haberme causado para así conseguir una verdadera vida saludable a tu lado. Amén
Propósito para hoy.
Confiando en que unido a Cristo todo se puede, rezaré un Padrenuestro encomendando todas mis acciones al Espíritu Santo.
Frase de reflexión.
“Quien es consciente de sus propias miserias y baja los ojos con humildad, siente posarse sobre sí la mirada misericordiosa de Dios”. Papa Francisco.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.