Hola mis queridos lectores hoy quisiera hablar de cómo las decisiones que tomamos en la vida marcan nuestra vida y la de nuestras familias; para eso quisiera basarme en un artículo que encontré y me pareció maravillosamente revelador. Se trata de la historia de Ruth y Orfa y cómo estás mujeres tomaron decisiones de vida que nos servirán de gran ejemplo de vida.
Nos encontramos con en la Biblia con el Libro de Rut, el cual comienza con el relato sobre la hambruna que hubo en Tierra Santa. Elimelej de Beitlejem deja el país para dirigirse a Moab, llevando con él a su esposa Naomi y a sus dos hijos. Elimelej muere en Moab y su esposa y sus hijos se quedan allí. A continuación sus hijos se casan con mujeres no judías: con las princesas moabitas Rut y Orfa. Los hijos también mueren y finalmente Naomi decide regresar a Israel, viuda, sin hijos y empobrecida.
Las nueras de Naomi, Rut y Orfa, la acompañan a lo largo del camino, no lo hicieron como una mera cortesía, sino que ellas también querían entrar y residir en la tierra de Israel. A lo largo de sus años de matrimonio se apegaron al judaísmo. Querían convertirse por completo en judías, observar la fe y vivir en la tierra. Naomi intentó disuadirlas en tres ocasiones. En dos ocasiones ellas se mantuvieron firmes; en la tercera, Orfa se debilitó y decidió regresar. Rut, sin embargo, se mantuvo fuerte. Continuó acompañando a su suegra rumbo hacia la Tierra Santa.
Tan pronto como Orfa se apartó de la compañía de Naomi y Rut, se fue al extremo opuesto. Luego de dejar a Naomi, Orfa corrió hacia un batallón de 100 soldados y se sometió voluntariamente a todos ellos. De alguno de ellos quedó embarazada y dio a luz al gigante Goliat, con quien se enfrentaría posteriormente el joven David.
Aquí podríamos preguntarnos ¿cómo es posible que una mujer con tanto potencial para alcanzar la grandeza haya llegado a un extremo tan desenfrenado?
Hay un poderoso mensaje en esto. Orfa tenía el potencial para alcanzar la grandeza. Casi se desprendió de su pasado y de su tierra natal para unirse a una nueva religión. Estaba dispuesta a entregarse por completo por sus creencias, por seguir a Naomi a cualquier costo. Claramente tenía las semillas de grandeza en su interior.
Pero no lo hizo. Se echó atrás. Y tomo ese mismo fervor y autosacrificio, y lo llevó al extremo opuesto.
Lo que le ocurrió a Orfa es lo mismo que le ha ocurrido a muchas personas a lo largo de la historia. Si una persona tiene el potencial para alcanzar la grandeza (como todos nosotros) y no lo aprovecha, entonces puede tomar esa misma energía y utilizarla para el mal. Orfa casi alcanzó la grandeza. Pero no pudo aguantar. Y, frustrada con la religión, tomó los mismos poderosos impulsos de lograr cosas y los dirigió hacia el plano físico. En lugar de transformarse en un gigante espiritual, se transformó en la madre de gigantes físicos. El libro de Samuel, describe cómo eventualmente dio a luz a cuatro gigantes, todos los cuales fueron posteriormente asesinados por el Rey David y sus hombres.
La némesis de Orfa era Rut, quien sí aguantó y quién sí transformó su potencial en una vida de grandeza. Rut se transformó en madre dentro del pueblo de Israel, bisabuela del gigante espiritual David. Y Goliat cayó ante David en batalla, en lo que era en esencia una batalla entre dos formas de ver el mundo, una batalla entre lo físico y lo espiritual.
La historia de Rut y Orfa es por lo tanto una historia sobre el tremendo potencial de la humanidad, y de lo mucho que está en juego dependiendo de cómo se utilice dicho potencial.
Debemos tomar nuestros sentimientos y emociones más fuertes, y dirigirlos hacia Dios. Y si lo hacemos de forma apropiada, no habrá límite para lo que podemos lograr y para cuán significativa se volverá nuestra relación con Dios. Pero si no lo hacemos, sentiremos un impulso por cualquier otra causa que nos traerán consecuencias catastróficas.
Así pues, la historia de Orfa y Ruth nos enseña sobre el gran potencial del ser humano y sobre los catastróficos resultados de utilizarlo de manera incorrecta.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.