https://youtu.be/Ganeeawuw7g
- Eclo 48, 1-4. 9-11
- Sal 79
- Mt 17, 10-13
La liturgia, hoy, nos invita a reflexionar ante la cercanía de la Navidad, acerca de la necesidad de renovar nuestra vida y transformarnos para ser más como Jesus. Su mensaje hoy nos interpela ¿Sabemos reconocer al Enviado de Dios en nuestra vida? ¿Creemos de verdad en las consecuencias que tiene para nosotros como creyentes la Encarnación?
En la primera lectura, nos comenta Fr. Mitxel Gutiérrez Sánchez O. P., se nos recuerda al profeta Elías, que en medio de una sociedad corrompida irrumpe cómo defensor de la religión judía, recordando, con mucho entusiasmo y ardor, la alianza de Dios con su pueblo. Era tan ardiente la fuerza que ponía que se le conoce como “un profeta como de fuego”. Se nos presenta su figura como signo de la justicia de Dios y de reconciliación, para que esta alianza sea restablecida. Por esta razón, los judíos creían que Elías volvería en el momento anterior a la venida del Mesías.
Como contexto para la comprensión del texto del evangelio de hoy, debemos aclara que en la reflexión judía, así como David es el rey por excelencia, Elías es el profeta por excelencia, y en la era mesiánica, tanto David como Elías, regresarían para darle a Israel el esplendor y la gloria que un día tuvieron y que perdieron.
Nos explica el Papa Francisco: “El Hijo del hombre, es decir el Mesías, el Ungido, debe sufrir mucho, ser rechazo por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y los escribas, ser asesinado y resucitar. Este es el camino de nuestra liberación. Este es el camino del Mesías, el Justo: la Pasión, la Cruz. […]
Esta es la «pedagogía» que Jesús usa para preparar los corazones de la gente, para entender este Misterio de Dios. Es tanto el amor de Dios, es tan feo el pecado, que Él nos salva así: con esta identidad en la cruz. No se puede entender Jesucristo Redentor sin la cruz: ¡no se puede entender! Podemos llegar hasta pensar que es un gran profeta, hace cosas buenas, es un santo. Pero el Cristo Redentor sin la cruz no se puede entender. precisamente el Cordero para el sacrificio…”
Dios levantaría para su pueblo, entonces, un nuevo rey y un nuevo profeta; el rey les devolvería la gloria y el profeta restauraría la amistad con Dios mediante la promulgación de una nueva alianza.
En Jesús tenemos al Mesías esperado que restaura el reino de Dios, pero con una nueva visión; no se trata de gloria ni honor, no se trata de poder y derrotas; se trata de servicio, de entrega, de solidaridad y de amor.
“Pero, continua el Pontífice, los corazones de los discípulos, los corazones de la gente, no estaban preparados para entenderlo. No habían entendido las Profecías, no habían entendido que Él era precisamente el Cordero para el sacrificio. No estaban preparados.”
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2021
«¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Se-ñor!» (Lc 1, 45) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.