https://youtu.be/7CKv-8_uDBo
- Gen 27, 1-5. 15-29
- Sal 1134
- Mt 9, 14-17
La liturgia de hoy nos habla de odres nuevas y en aparente contraste con ello de mentiras, engaños y manipulaciones para robar la bendición.
Y entonces podríamos preguntarnos ¿por qué Dios dejó que Jacob se robara la bendición que no le pertenecía? Veamos
La Biblia no dice que lo hecho por Rebeca, y por su hijo menor, Jacob, estuviera bien hecho. No todo lo que se cuenta en la Biblia es para ser imitado. En muchos casos los relatos nos muestran cómo la gente comete pecados o cae en graves errores, y luego paga las consecuencias. Exactamente eso es lo que muestra el relato de Jacob. Si leemos los capítulos que siguen vemos que el comportamiento tramposo trajo divisiones, envida, dolor, amargura, odio y separación. Es verdad que al final hubo reconciliación entre los hermanos pero el precio fue alto y las dificultades inmensas. En cierto sentido el relato es una catequesis sobre lo que no debe uno hacer y sobre el precio que se paga por tramposo.
Probablemente lo que más nos disgusta es que Dios, que todo lo sabe, no negó la bendición a Jacob el tramposo. Pero si lo pensamos bien, la historia de ese amor extremo y obstinado de Dios se repite en cada una de nuestras historias. En efecto, en ese texto del Génesis vemos que Dios no niega su bendición a un tramposo, o sea, uno que no se la merece. Pero es que, desde la óptica de Dios ¿quién diremos que SÍ se merece ser bendecido? Por algo Jesús dice en el Evangelio que nuestro Padre “hace salir el sol sobre buenos y malos” (Mateo 5,45). Si tanto nos fastidia que Dios otorgue su bendición a uno que no la merece, ¿qué nos hace pensar que nosotros, o cualquier otra persona, sí merece ser bendecido? Parece que el criterio de Dios casi es lo contrario: dar la bendición no al que más la merece sino al que más la necesite, así no la merezca.
Interesante es, también, el considerar cómo el plan de Dios no se detiene porque aparezcan nuestros intereses, conveniencias o incluso mentiras. Según dice el refrán, Dios escribe derecho en renglones torcidos. Y eso también es muy bueno saberlo y muy bueno predicarlo. Pareciera que Dios se acomoda a nuestro modo incoherente y pecaminoso de obrar pero en realidad está usando nuestra propia bajeza para levantarnos. El conjunto de la historia de Israel así lo demuestra.
De todo esto podremos concluir reflexionando en ¿cómo puede servirnos a nosotros estos episodios del Génesis? Ciertamente, creo que es valioso como invitación a valorar lo esencial y no entrar en negociaciones con ello. La sinceridad y la honestidad como valores irrenunciables, que inciden y se revelan en la vida y conducta del cristiano. El andar en una vida nueva cimentada en la Verdad, entendiendo que ella nos hace libres.
Así lo vemos en el texto del Evangelio cuando los discípulos de Juan el Bautista acuden a preguntar a Jesús, extrañados ante la conducta de los discípulos de Jesús: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?», pues no entienden que por la cercanía con Jesús algo va cambiando en la vivencia de los discípulos. Vivencia que genera una cierta libertad de espíritu, que sin duda han observado en Jesús.
Dios es soberanamente libre, más grande que todo lo que podamos soñar. No en vano nos dice: «Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos –oráculo del Señor–. Cuanto dista el cielo de la tierra, así distan mis caminos de los vuestros, y mis planes de vuestros planes» (Is 55,8-9). Nosotros nos empeñamos en “domesticar” a Dios, encerrarle en nuestros esquemas –prácticas, comercios, o hasta trueques…–. Pero Dios nos da el vino nuevo que sólo se puede recibir en un odre nuevo: un corazón nuevo. Eso fue lo que Juan el Bautista enseñó a sus verdaderos discípulos: a buscar, encontrar y amar a Jesús.
Traigo a colación un mensaje del Papa Francisco en el que nos indica que “no hay tener miedo de cambiar las cosas según la ley del Evangelio: La Iglesia nos pide a todos nosotros algunos cambios. Nos pide que dejemos de lado las estructuras anticuadas, que no sirven». En cambio, hay que dar cabida a la «ley de las bienaventuranzas», a la «alegría» y a la «libertad que nos trae la novedad del Evangelio.”
Por eso ante la pregunta del por qué los discípulos no ayunan, continua el Pontífice, “Jesús responde hablando de dos cosas: nos habla de fiesta y nos habla de novedad. Ante todo, explicó el Pontífice, «nos habla de fiesta, fiesta esponsal, y dice: ¡pero estamos en tiempo de fiesta! Hay algo nuevo aquí, ¡hay una fiesta! Algo que era anticuado y algo que se renueva, que se hace nuevo». Y es «curioso», observó el Papa, que Jesús «al final recurra a la imagen del vino», hasta tal punto que «cuando se lee este pasaje no se puede dejar de relacionar esta fiesta esponsal con el vino nuevo de Caná». En el fondo, «es todo un símbolo», que «nos habla de novedad». Sobre todo cuando Jesús dice: «El vino nuevo debe echarse en odres nuevos». Por lo tanto, «a vino nuevo, odres nuevos». Aquí está «la novedad del Evangelio». Por lo demás, se preguntó el Papa Francisco, «¿qué nos trae el Evangelio? Alegría y novedad».
Y es que recordemos que el ayuno era, y es, una praxis penitencial que contribuye a «adquirir el dominio sobre nuestros instintos y la libertad del corazón» (Catecismo de la Iglesia, n. 2043) y a impetrar la misericordia divina. Pero en aquellos momentos, la misericordia y el amor infinito de Dios estaba en medio de ellos con la presencia de Jesús, el Verbo Encarnado. ¿Cómo podían ayunar? Sólo había una actitud posible: la alegría, el gozo por la presencia del Dios hecho hombre. ¿Cómo iban a ayunar si Jesús les había descubierto una manera nueva de relacionarse con Dios, un espíritu nuevo que rompía con todas aquellas maneras antiguas de hacer?
Con el Salmista digamos: “Te alabamos, Señor, porque eres bueno”.
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes.” Ef 13,13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/07/08/no-es-un-dios-domesticado/
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2014/documents/papa-francesco_20140905_vino-odres.html
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/8-7-2017/
- https://fraynelson.com/blog/2017/07/11/por-que-permitio-dios-que-jacob-se-robara-la-bendicion/
Palabra de Vida Mes de Julio 2023
“Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa.” (Mateo 10, 42) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.