?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Hech 12, 1-11
- Sal 33
- 2 Tim 4, 6-8. 17-18
- Mt 16, 13-19
Hoy celebramos la fiesta de los Santos Pedro y Pablo y con ella la Iglesia celebra, el testimonio de aquel en quien el Señor puso nuestra Iglesia, San Pedro, y quien se encargó de extenderla, San Pablo.
Su vida es muestra clara de la misericordia de Dios con quienes se arrepienten de todo corazón y abren su corazón a la luz del Espíritu Santo y entonces este puede transformar radicalmente su vida.
La meditación de la primera lectura nos debe llevar a la confianza plena en el Señor, El es capaz de hacer posible lo humanamente imposible. El como nos dice el Salmo, “… siempre escucha al afligido, de su tribulación lo pone a salvo.” Y es la expresión de Pedro al ser liberado, ” Ahora sí estoy seguro de que el Señor envió a su ángel para liberarme”.
Y la segunda lectura es un canto de esperanza a quienes nos decidamos de verdad, por ser discípulos del Señor: Llegar a la convicción de que ha hecho su Voluntad, que se ha cumplido a cabalidad la misión que nos entregó, que se ha perseverado a pesar de todo; será lo más maravilloso que nos pueda suceder. Sentarnos a esperar con paz y plena seguridad la corona merecida y “…me llevara sano y salvo a su Reino celestial”. ¡Waw, esto es lo máximo!
Y Jesús, nos dice el Papa Francisco en su reflexión del evangelio, “…siente en su corazón una gran alegría, porque reconoce en Simón la mano del Padre, la acción del Espíritu Santo. Reconoce que Dios Padre ha dado a Simón una fe fiable, sobre la cual Él, Jesús, podrá edificar su Iglesia, es decir su comunidad. Es decir, todos nosotros. Todos nosotros.
Jesús tiene el propósito de dar vida a su Iglesia, un pueblo fundado ya no en su descendencia, sino en la fe, es decir, en la relación con Él mismo, una relación de amor y de confianza…
Hermanos y hermanas, lo que sucedió de modo único en San Pedro, sucede también en cada cristiano que madura una fe sincera en Jesús, el Cristo, el Hijo del Dios vivo. Esta Palabra de Dios interpela a cada uno de nosotros. ¿Cómo va tu fe?
Cada uno responda en su corazón, eh. ¿Cómo va tu fe? ¿Cómo es? ¿Qué encuentra el Señor en nuestros corazones? ¿Un corazón firme como la piedra o un corazón arenoso, es decir, dudoso, difidente, incrédulo?…
Si nos preguntara ¿Quién dice la gente que soy, podríamos responderle como Pedro?
…”Si el Señor encuentra en nuestro corazón, una fe, no digo perfecta, pero sincera, genuina, entonces Él ve también en nosotros piedras vivas con las cuales construir su comunidad.”
Mes de junio
Sirve a los demás como a ti mismo
Conviértete en un mayordomo de tu propia vida. Trátate con cariño, eres un hijo de Dios. Alimenta tu alma y espíritu con cosas sanas y sírvete del mejor plato: el Amor de Dios.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.