https://youtu.be/wA4r-To-bBw
- Dan7, 15-27
- Dan 3
- Lc 21, 34-36
Terminamos hoy con los textos del libro de Daniel. Libro que nos introduce el género apocalíptico en el Antiguo Testamento dando continuidad al servicio de los profetas, nos comenta Sor Miria de Jesús Gómez O.P. Su lenguaje nos parece oscuro porque utiliza imágenes majestuosas y metafóricas. Sin embargo, su mensaje es cristalino: en medio de una situación de grave crisis en el pueblo judío, de persecución externa, tensiones internas y desolación, el autor intenta infundir esperanza afirmando que las dificultades son pasajeras y encierran un sentido a descubrir.
El proyecto de Dios sigue adelante en medio de la historia, su promesa perdura fiel en medio de la inestabilidad que ofrecen los poderes de este mundo. La esperanza no es fruto de una completa comprensión de la realidad, sino fuente de sentido para interpretarla en orden a su plenitud.
Nos explica el Papa Francisco que “la historia de la Iglesia es rica de ejemplos de personas que han soportado tribulaciones y sufrimientos terribles con serenidad, porque tenían la conciencia de estar seguros en las manos de Dios. Él es un Padre fiel, es un Padre cuidadoso, que no abandona a sus hijos. ¡Dios no nos abandona nunca! Esta certeza debemos tenerla en el corazón: ¡Dios no nos abandona nunca! Permanecer firmes en el Señor, en la certeza de que Él no nos abandona, caminar en la esperanza, trabajar para construir un mundo mejor, no obstante las dificultades y los acontecimientos tristes que marcan la existencia personal y colectiva, es lo que cuenta de verdad; es lo que la comunidad cristiana está llamada a hacer para salir al encuentro del «día del Señor». […] Jesús en el Evangelio nos exhorta a tener fija en la mente y en el corazón la certeza de que Dios guía nuestra historia y conoce el fin último de las cosas y de los eventos. Bajo la mirada misericordiosa del Señor se descubre la historia en su fluir incierto y en su entramado de bien y de mal. Pero todo aquello que sucede está conservado en Él; nuestra vida no se puede perder porque está en sus manos”
Por eso, es que el evangelio nos invita a estar despiertos y pidiendo fuerzas. Esa es la actitud: vigilancia y oración. Y así cuando venga el Hijo del hombre, poder permanecer en pie ante él. Esa es también nuestra esperanza. Saber que Dios nos puede sostener y mantener en pie todo el tiempo que haga falta. Por último, el Hijo de Dios cuando venga definitivamente a juzgar a vivos y muertos, nos encontrará con el corazón despierto, la cintura ceñida para servir y la lámpara de nuestra fe brillando ante los hombres, para que puedan ver nuestras buenas obras y dar gloria a nuestro Padre del cielo.
La oración, afirma el Rev. D. Antoni CAROL i Hostench, tiene un componente admirable de profecía, muchas veces olvidado en la predicación, es decir, de pasar del mero “ver” al “mirar” la cotidianeidad en su más profunda realidad. Como escribió Evagrio Póntico, «la vista es el mejor de todos los sentidos; la oración es la más divina de todas las virtudes». Los clásicos de la espiritualidad lo llaman “visión sobrenatural”, mirar con los ojos de Dios. O lo que es lo mismo, conocer la Verdad: de Dios, del mundo, de mí mismo. Los profetas fueron, no sólo los que “predecían lo que iba a venir”, sino también los que sabían interpretar el presente en su justa medida, alcance y densidad. Resultado: supieron reconducir la historia, con la ayuda de Dios.
Tantas veces nos lamentamos de la situación del mundo. —¿Adónde iremos a parar?, decimos. Hoy, que es el último día del tiempo ordinario, es día también de resoluciones definitivas. ¿Quiere ser usted? Pues, ¡ánimo!, y que Dios te bendiga.
Palabra de Vida Mes de Noviembre 2021
“Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5, 9) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.