https://youtu.be/iGro_9OUZdA
- Hch 5, 17-26
- Sal 33
- Jn 3, 16-21
”Haz la prueba y verás que bueno es el Señor… Confía en el Señor y saltarás de gozo”, nos dice el Salmista. Y la primera lectura nos da un testimonio de ello y nos invita como a los discipulos: “Vayan y pónganse a anunciar al pueblo todo lo referente a esta nueva vida.” Entonces meditemos: ¿Quién podrá detener el anuncio de la Palabra de Dios? ¡Nadie! Excepto nosotros mismos.
Veamos; el episodio de la primera lectura de hoy nos narra cómo Dios incluso mandó un ángel a sacar de la prisión a los apóstoles y les dijo: “Vayan a predicar”. Sin embargo, hoy están faltando muchos cristianos valientes que anuncien la Palabra de Dios en sus comunidades, en sus escuelas, en sus oficinas y negocios; cristianos que, sin temor al “qué dirán”, sean capaces de vivir de tal manera el Evangelio en sus propios medios, que llamen la atención de los demás; cristianos que no tengan temor de hablar abiertamente de Jesús a sus amigos y conocidos; cristianos que no se avergüencen de ser testigos del Resucitado. Y también, podemos constatar como a lo largo de estos XXI siglos de cristianismo, los seguidores de Jesús muerto y resucitado, se han encontrado con diversas actitudes de las autoridades o del mismo pueblo, actitudes de acogida, y actitudes de rechazo y de prohibición. Pero estos cristianos, viviendo distintas circunstancias, de una manera o de otra, han seguido predicando la buena noticia de Jesús, la mejor noticia de todos los tiempos. Un grupo numeroso de esos cristianos han pagado y siguen pagado con su vida, con su martirio, este proclamar a Jesús, que les espera después de su muerte para regalarles la vida de total felicidad y para siempre.
Todo ello porque están convencidos de que Jesús es la luz como es también la verdad y la vida que estaban junto al Padre antes de la creación del mundo. Esa luz es la que brilla levemente en Moisés cuando la zarza ardía en un fuego que no la consumía. Esa luz vino al mundo fue engendrado en el tiempo cuando se encarnó en el seno de María y fue dada a luz en un parto humano. Y esa luz no se escondió, sino que al contrario se puso en el candelero, se subió a la cruz, para alumbrar a todos los hombres. Para que todos los hombres se puedan acercar a la luz mostrando la verdad de sus obras.
Hoy, ante la miríada de opiniones que plantea la vida moderna, puede parecer que la verdad ya no existe —la verdad acerca de Dios, la verdad sobre los temas relativos al género humano, la verdad sobre el matrimonio, las verdades morales y, en última instancia, la verdad sobre mí mismo.
“El que obra el bien conforme a la verdad ser acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios” Este pasaje del Evangelio de hoy, identifica a Jesucristo como «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6). Sin Jesús sólo encontramos desolación, falsedad y muerte. Sólo hay un camino, y sólo uno que lleve al Cielo,que se llama Jesucristo.
Cristo no es una opinión más. Jesucristo es la auténtica Verdad. Negar la verdad es como insistir en cerrar los ojos ante la luz del Sol. Tanto si le gusta como si no, el Sol siempre estará ahí; pero el infeliz ha escogido libremente cerrar sus ojos ante el Sol de la verdad. De igual forma, muchos se consumen en sus carreras con una tremenda fuerza de voluntad y exigen emplear todo su potencial, olvidando que tan solo pueden alcanzar la verdad acerca de sí mismos caminando junto a Jesucristo.
Por otra parte, según Benedicto XVI, «cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,32)» (Encíclica “Caritas in Veritate”). La verdad de cada uno es una llamada a convertirse en el hijo o la hija de Dios en la Casa Celestial: «Porque ésta es la voluntad de Dios: tu santificación» (1Tes 4,3). Dios quiere hijos e hijas libres, no esclavos.
En realidad, el “yo” perfecto es un proyecto común entre Dios y yo. Cuando buscamos la santidad, empezamos a reflejar la verdad de Dios en nuestras vidas. El Papa lo dijo de una forma hermosísima: «Cada santo es como un rayo de luz que sale de la Palabra de Dios» (Exhortación apostólica “Verbum Domini”).
“Cuánta gente, cuántos cristianos se pasan el tiempo mirando el crucifijo, nos explica el Papa Francisco, y ahí lo encuentran todo, porque han entendido, el Espíritu Santo les ha hecho entender que ahí está toda la ciencia, todo el amor de Dios, toda la sabiduría cristiana. Pablo habla de esto, explicando que todo el razonamiento humano que era capaz de hacer servía solo hasta cierto punto, pero el verdadero razonamiento, la forma más hermosa de pensar, pero también que más explica todo es la cruz de Cristo, es Cristo crucificado que es un escándalo y la locura, pero ese es el camino. Y este es el amor de Dios. Dios amó tanto al mundo que entregó a su único Hijo.”
Esta fue la intención amorosa de Dios con el envío de su hijo Jesús. Pero no quiere salvarnos sin nuestra colaboración. Nos deja libres para aceptar o rechazar su sublime regalo. Ahí está la grandeza y a la vez la tragedia de toda persona humana. Ejerciendo nuestra libertad podemos aceptar a Jesús, su salvación, la vida plena y eterna, siguiendo los pasos que él nos indica; o podemos ejercer nuestra libertad rechazando su regalo, al mismo Jesús y a todas sus indicaciones. El que cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios”.
En nuestras manos está el elegir…
Bibliografía:
- Folleto la Misa de Cada Día
- PildorasdeFe.com.
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/04/27/es-nuestra-decision-hay-que-elegir/
Palabra de Vida Mes de Abril 2022
“ Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.” (Marcos 16, 15) https://ciudadnueva.com.ar/abril-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.