?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/RwJQ9tJ5vG0
- 2 Tes 2, 1-3, 14-17
- Sal 95
- Mt 23, 23-26
La liturgia de hoy nos insta a revisar cómo vivimos nuestro cristianismo, como hipócritas o como verdaderos cristianos.
La primera lectura, nos hace un llamado a no perder la cabeza ni alarmarse. La alarma, en este texto, venía de que alguien, apoyándose en san Pablo, anunciaba el final de los tiempos, lo que llamaban el “día del Señor”.
Es frecuente, también hoy que para suscitar sentimientos religiosos se anuncien amenazas apocalípticas. No pocas predicaciones, y espiritualidades de corto recorrido, están fundadas en miedos radicales y nosotros mismos, nos llenamos muchas veces de fatalismo ante los problemas que nos acontecen.
Nosotros debemos fundamentar nuestro fe en este Jesús que nos presenta hoy San Pablo, este “que nos ha amado tanto que nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza”. Eso es lo que debe darnos fuerza, dice el Apóstol para “toda clase de palabras y obras buenas”; no el pavor a un Juez duro inmisericorde.
Vivamos así también estos momentos de pandemia. Desde la prudencia, no nos dejemos arrastrar por el terror. Sería una manera de ser ya víctimas del virus. A la vez comprometámonos con la tarea que Pablo aplica a Jesús: la de regalar consuelo permanente y esperanza.
El evangelio nos dice el padre Yepes en el audio, nos debe llevar a replantearnos con nuestra religiosidad: Será la prioridad la práctica de normas externas que tranquilizan nuestra conciencia y nos llevan a quedar bien frente a los demás, o cómo nos enseñó el Señor que solo es auténtica cuando se vive como expresión de una religión del corazón, cuando hay sinceridad en el pensar, rectitud en el hablar y sobre todo limpieza en el actuar?
Hay, nos señala el Papa Francisco, tres palabras para pensar, meditar: la invitación a la conversión; el don que nos dará el Señor, es decir un don grande, un perdón grande; y la trampa, es decir fingir que nos convertimos, pero tomar el camino de la hipocresía.”
Palabra de Vida Mes de agosto
¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? (Romanos 8,35
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.