?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Rom 4, 19,-25
- Sal Lc 1
- Lc 12, 13-15
Pablo, al hablar en esta carta a los Romanos del valor de la fe, se remonta a Abrahán, a quien considera el “padre de los creyentes”. Abrahán se fio de Dios sin reservas, acogió la Palabra de Dios con una confianza ilimitada, creyendo ciegamente en sus promesas.
A diferencia de la fe de Abrahán, que parece apoyarse en el vacío, la nuestra se fundamenta en Cristo, en quien Dios ya ha actuado y sigue actuando. Y, no obstante, es una fe que tiene que aceptar algo también gratuito: la resurrección de Cristo y, en consecuencia, la eficacia de su muerte para redimirnos de nuestros pecados. ¿Quién nos asegura todo eso?
La fe cristiana sería imposible si no fuera por el testimonio de la Iglesia. Ella es la que nos ha transmitido la convicción de que Jesucristo está vivo para siempre y nos ha salvado enteramente. Pero aun ese testimonio de la comunidad creyente que nos ha evangelizado requiere de nosotros una adhesión incondicional, es decir, que lo hagamos nuestro, que también nosotros demos ese paso personal insustituible de creer en Cristo resucitado y vivir de acuerdo con esa decisiva convicción. ¿Por qué? “Porque Dios ha visitado a su pueblo…, realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán”, como nos recuerda el cántico de Zacarías que hoy proclamamos en el Salmo.
Eso lleva también consigo ser capaces de renunciar a todo lo que no es Dios, o por lo menos a ponerlo en segundo plano. ¿Y cómo se nos manifiesta Dios, para que podamos anteponerlo a todo lo demás
El padre Yepes en el audio, nos indica la propuesta de Dios para hoy: cómo manejar los bienes que Dios nos provee, use la vida no consiste en los pocos o muchos bienes que tengamos, estos son efímeros; busquemos ser ricos solo para Dios, llenándonos de estas riquezas imperecederas como lo son la fe, la confianza, la esperanza y el amor. En la parábola con la que Jesús ilustra esta enseñanza hay una advertencia de enorme realismo: si la muerte nos sorprende hoy mismo (y nadie está libre de esa eventualidad), ¿de qué nos servirá todo lo acumulado en nuestros graneros?
Asi mismo, nos indica el Papa Francisco: “…El final de la parábola, formulado por el evangelista, es de singular efectividad:
“Esto vale para toda persona que amontona para sí misma, en vez de acumular para Dios” (v. 21).
Es una historia de advertencia que revela el horizonte hacia el cual todos estamos llamados a mirar. Los bienes materiales son necesarios, son reales, pero son un medio de vivir honestamente y compartir con los más necesitados.Hoy Jesús nos invita a considerar que las riquezas pueden encadenar el corazón y distraerlo del verdadero tesoro que está en el cielo. San Pablo también nos recuerda esto en la segunda lectura de hoy. Dice así:
“Busca las cosas de arriba … dirige tus pensamientos a las cosas de arriba, no a las de la Tierra”. (Col 3,1-2)….”
Mes de octubre
Lee y estudia la Biblia
/Planifica leer la Biblia en un Año, pero léela en la profundidad del amor, no para juzgar ni para condenar. La Palabra de Dios alimenta los sueños y esperanzas, es el motor de tu alegría y ayuda a avivar la compasión.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.