https://youtu.be/z4daZcxsotc
- Eclo 1, 1-10
- Sal 92
- Mc 9, 14-29
Gente incrédula, nos dice seguramente hoy Jesús a muchos de nosotros también, pues a pesar de saber que como nos dice el texto de Eclesiástico, “toda sabiduría proviene del Señor y está con él eternamente; estamos muy lejos de confiar en El y por eso no vemos las maravillas que El tiene dispuestas para nosotros.
Y es que su sabiduría no es conocimiento “intelectual”, sino que, ante todo, es amor por cuanto ha llamado a la vida, pero ese amor se lo ha comunicado a quienes le buscan y son fieles a Él, porque quien busca a Dios y es dócil a Él, se gozará de su propia vida y de la existencia de todo cuanto ha salido de la mano de Dios. Y ese amor divino llega a tal profundidad que nada escapa a su mirada amorosa.
De manera espontánea nos damos cuenta de que Dios nos ha regalado esa sabiduría, de manera principal, a través de su Hijo Jesús que nos ha revelado esos misterios de la vida humana, y así podemos caminar con sentido y con luz suficientes.
Afirma el Papa Francisco: “«¡Hoy es tiempo de misión y es tiempo de valor! valor para reforzar los pasos titubeantes, de retomar el gusto de gastarse por el Evangelio, de retomar la confianza en la fuerza que la misión trae consigo. Es tiempo de valor, aunque tener valor no significa tener garantía de éxito. Se nos ha pedido valor para luchar, no necesariamente para vencer; para anunciar, no necesariamente para convertir. Se nos pide valor para ser alternativos al mundo, pero sin volvernos polémicos o agresivos jamás. Se nos pide valor para abrirnos a todos, pero sin disminuir lo absoluto y único de Cristo, único salvador de todos. Se nos pide valor para resistir a la incredulidad sin volvernos arrogantes.”
Y es que nos hemos creído tan autosuficientes que con facilidad olvidamos que esta fe, que mueve montañas y expulsa espíritus malignos («¡Todo es posible para quien cree!») es, sobre todo, un don de Dios. Nuestra oración, en todo caso, nos pone en disposición para recibir el don. Pero este don hemos de suplicarlo: «¡Creo, ayuda a mi poca fe!» (Mc 9,24). ¡La respuesta de Cristo no se hará “rogar”!
Vemos como el padre de familia del que nos habla el texto del evangelio le dice a Jesús: “Si puedes hacer algo por él”; este padre de familia, al igual que muchos de nuestra comunidad cristiana, aún no se ha dado cuenta, que Jesús es verdadero Dios y que, por lo tanto, puede hacer todo.
Esto porque creo que una de las ideas que nos ha metido el mundo en la cabeza, es que nuestro Dios, es un Dios pequeño, incapaz de resolver nuestros problemas. Esto ha hecho que muchos busquen otros “dioses” para resolverlos, siendo que al final se encontrarán en una situación peor. Jesús es verdadero Dios. Cierto, hay que creer, y creer como creyó la siro fenicia, el ciego y otros más. Puede ser que nuestra fe sea aún pequeña, pidamos hoy con sinceridad a Jesús: ¡Aumenta mi fe!
Recordemos la Palabra de Vida de este mes “Tu eres el Dios que me ve”, en la que se nos explica que tenemos que estar seguros de la presencia de Dios y de nuestra relación con El que nos hace libres, nos da confianza y nos permite siempre volver a empezar.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/64366/cat/331/lo-que-dios-puede-y-quiere-hacer-con-lo-que-le-ofrezco.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=20-02-2023
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Febrero 2023
Tú eres el Dios que me ve” (cf. Génesis 16, 13) https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2022/12/PV-02-2023_doble.doc
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.