https://youtu.be/xhWvPFmSd6g
- Cro 24, 17-25
- Sal 88
- Mt 6, 24-34
La liturgia de hoy nos invita a depositar nuestra confianza en las manos de Dios. El sabe bien de nuestras necesidades antes de que se los pidamos, entonces ¿Por qué nos preocupamos? ¿Qué hacer con nuestros problemas?
Nos pasamos la mitad de nuestra vida preparando, previendo y programando lo que vamos a hacer en el resto del tiempo. Hacemos cientos de planes cada día… y a lo mejor uno entre mil sale como habíamos previsto. No hay nada más incierto que el futuro, y eso a todo hombre razonable le preocupa. Nos pasamos la vida preocupados. Jesús sabe eso; Él nos conoce muy bien.
Creo que una de las razones para vivir en preocupación, lo hace el texto de Crónicas, el profeta hace una denuncia bastante clara de la causa de ello, el alejamiento que tiene el «Pueblo elegido» de su Dios. «Olvidar el Dios de sus padres» ¿Puede cegarse tanto el corazón del ser humano para llegar a esos extremos? ¿Cómo se puede llegar hasta renunciar de tu propia identidad? La raíz, el núcleo de nuestro ser mismo. Lo que somos. Renunciar a vivir en esa clave de fidelidad y de amor que nos presenta Dios: el ser hijos de Dios. Para darle la espalda y vivir de cualquier manera justificando todo tipo de acción para sacar beneficio. No es que el texto esté justificando que Dios por el hecho de abandonar la Casa y el Dios de sus padres, el Señor castigue, sino que en esa libertad que posee el ser humano quiere vivir según y a merced de un corazón que es de piedra y no de carne y él mismo se está autoexcluyendo del proyecto de Dios.
Siguiendo el hilo conductor que nos presenta la primera lectura aterrizamos en el evangelio de hoy con la misma realidad la fe y las acciones, que vienen a hacer referencia del tipo de Dios en el que creemos. Para ello, podemos hacer un tipo de tabla comparativa en el que podemos poner de relieve los ídolos frente al verdadero Dios providente. De este modo, comprenderemos mejor la Palabra de Dios y la profundidad que nos quiere presentar. Para hablar de fe y de seguimiento debemos hilar fino. El verdadero ser del discipulado lleva una exigencia y una coherencia determinada, no valen los paños de agua caliente.
“«Nadie puede servir a dos amos. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo.” Un amo es todo aquello que nos esclaviza (Romanos 6:16). El alcohol, la lujuria y el dinero son los amos de algunas personas y ellos se oponen a Dios.
El llamado de Jesús a seguirlo es un llamado a abandonar todos los otros amos. Llamó a Mateo desde el puesto de recaudación de impuestos (Mateo 9:9). Mateo obedeció y se alejó de la riqueza extravagante y de los tratos sucios. Jesús llamó a Pedro, Santiago y Juan desde los muelles de pesca (Marcos 1:16-18). Obedecer el llamado de Jesús significaba que tenían que dejar atrás todo lo que conocían, todo para lo que habían trabajado. Jesús llamó a Pablo, un fariseo exitoso, con las palabras: “Le mostraré cuánto debe sufrir por mi nombre” (Hechos 9:16). Esas palabras nunca aparecerán en una campaña publicitaria masiva del cristianismo, aunque tal vez deberían, porque eso es lo que significa seguir a Jesús (Lucas 9:23). Debemos dejar todo lo demás, sin importar el costo (Mateo 10:34-39).
Y lamentablemente vivimos en un mundo en donde todo tiene que estar ya previsto, pues vivimos en un mundo de resultados y que camina a una velocidad vertiginosa. Esto ha hecho que, poco a poco, vayamos confiando menos en Dios, que esté menos presente en toda nuestra actividad diaria, en nuestras juntas de planeación, en la organización de nuestra vida.
Ciertamente que Dios nos ha dado inteligencia para todo esto pero también nos ha invitado a confiar en él, a tenerlo presente cuando estamos programando nuestra vida, a no pensar que serán nuestras fuerzas las que darán por sí solas buenos resultados.
El Evangelio habla claramente de vivir el “momento presente”: no darle vueltas al pasado, sino abandonarse en Dios y su misericordia. No atormentarse por el mañana, sino confiarlo a su providencia. Santa Teresita del Niño Jesús afirmaba: «Sólo me guía el abandono, ¡no tengo otra brújula!».
La preocupación jamás ha resuelto ningún problema. Lo que resuelve problemas es la confianza, la fe. «Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?» (Mt 6,30), dice Jesús.
“La página evangélica del día de hoy, nos indica el Papa Francisco, es un fuerte reclamo a fiarse de Dios —no olvidar: fiarse de Dios— quien cuida de los seres vivientes en la creación. Él provee la comida para todos los animales, se preocupa de los lirios y de la hierba del campo (cf. vv. 26-28); su mirada benéfica y solícita vela cotidianamente en nuestra vida. Esta pasa bajo la angustia de muchas preocupaciones, que pueden quitar serenidad y equilibrio; pero esta angustia es a menudo inútil, porque no logra cambiar el curso de los acontecimientos. Jesús nos exhorta con insistencia a no preocuparnos del mañana (cf. vv. 25.28.31), recordando que por encima de todo está un Padre amoroso que no se olvida nunca de sus hijos.”
La paz de Cristo en el corazón nos hace enfrentar la vida con una fuerza inimaginable. Esa paz suya es la que permitió (y permite) que los suyos, en necesidades, angustias y ataques, su alma estuviera o esté en paz. La paz no elimina el mal, pero quien la tiene lo enfrenta de manera diferente al que le hace falta. Los mártires, los perseguidos por Su causa, enfrentaron los ataques y la muerte en paz. Y esa paz conllevaba la esperanza de la vida eterna.
Les recomiendo este video de la Hermana Glenda: https://youtu.be/Odcl6AS998Y
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/06/18/dificultades-muchas-preocupaciones-ninguna-2/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy.html
- https://www.gotquestions.org/Espanol/no-puedes-servir-a-dos-senores.html
- https://www.es.catholic.net/op/articulos/74514/meditacionBoletin.html?eti=5262#modal.
Palabra de Vida Mes de Junio 2022
«Tú eres mi Señor, mi bien, nada hay fuera de ti» (Sal 16, 2) https://www.focolare.org/espana/es/news/category/parola-di-vita/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.