?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Ex 1, 8-14.22
- Sal 123
- Mt 10, 34-11,1
El Éxodo es el libro de la gran epopeya de la liberación del pueblo de Israel de la opresión del poderoso Egipto. Estamos en los comienzos del libro y la lectura de este día nos describe la situación de sometimiento y esclavitud que vive el pueblo de Israel. Son la mano barata que el faraón usa para su provecho. La explotación y la opresión son la norma que se aplica a los israelitas. Éstos, sin embargo, mantienen su fidelidad y soportan el trato vejatorio como forma de expresar que siguen confiando en la bondad de Dios. Bien lo expresa el salmista “Nuestra ayuda nos viene del Señor que hizo el cielo y la tierra”
Nos comenta el Papa acerca del evangelio de hoy: “Jesús dice: he venido a traer división; no es que Jesús quiera dividir entre ellos a los hombres, al contrario: Jesús es nuestra paz, ¡es reconciliación! Pero esta paz no es la paz de los sepulcros, no es neutralidad. Jesús no trae neutralidad. Esta paz no es un acuerdo a cualquier precio.
Seguir a Jesús comporta renunciar al mal, al egoísmo y escoger el bien, la verdad, la justicia, también cuando ello requiere sacrificio y renuncia a los propios intereses. Y esto sí divide, lo sabemos, divide también las relaciones más cercanas.
Pero atención: ¡No es Jesús el que divide! Él pone el criterio: vivir para sí mismo, o vivir para Dios y para los demás; hacerse servir, o servir; obedecer al propio yo u obedecer a Dios. He aquí en qué sentido Jesús es signo de contradicción…”
La opresión del pueblo egipcio, es realidad de muchos países hoy, países oprimidos por los intereses de unos pocos. Las contradicciones de los valores evangelicos y los del mundo, es también la realidad que nos toca vivir a muchos que queremos un mundo más humano, más de la mano de Dios, contra los que buscan el enriquecimiento a toda costa, explotación del hombre por el hombre mismo, competencia, deslealtad, lucha contra los valores que nos han caracterizado, lo que está llevando a muchas familias que viven el sometimiento y la esclavitud a lo mundano como norma de vida.
Hoy el Señor nos repite la frase con que inicia el texto del evangelio, no he venido a traer La Paz sino la guerra. Guerra contra la sociedad de descarte, por la radicalidad que El nos pide, guerra contra la falta de compromiso; el primer Amor debe ser El, un amor tal que nos lleva a donarnos a El, a perder la vida para salvarnos, es darse cada día por amor y servicio, es tomar la cruz. El que no abraza su cruz y le sigue no es digno de él. Cargar la cruz supone, mantenerse fiel a los valores que Jesús trae y oponerse a los valores que el mundo invita a vivir. La cruz, por tanto, no puede quedar oculta en otros elementos secundarios. La cruz es signo de vida y no de muerte, de liberación y no de esclavitud.
Como colofón de todo ello, al final habla de recompensa. No es sufrir por sufrir. Es aceptar con amor los riesgos de su seguimiento, desde la seguridad de que, tras la muerte, viene la resurrección, momento de luz y momento de disfrutar para siempre de ese seguimiento realizado día a día entre dificultades y contratiempos, pero vivido siempre desde la fidelidad.
Mes de junio
Sirve a los demás como a ti mismo
Conviértete en un mayordomo de tu propia vida. Trátate con cariño, eres un hijo de Dios. Alimenta tu alma y espíritu con cosas sanas y sírvete del mejor plato: el Amor de Dios.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.