?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Jon 4, 12-21
- Sal 96
- Lc 11, 27-28
Alegrémonos todos en el Señor, nos invita el Salmo.
Hoy es el día de las culturas…Para cualquier católico, hoy celebramos la Virgen de El Pilar. La primera aparición -tal vez deba llamarse bilocación-, de la Virgen María en carne mortal para animar a Santiago a seguir evangelizando hasta Finisterre. Tal vez para cristianos “maduros y responsables” esta sea una historieta pasada con pocos visos de credibilidad. Para nosotros, Santiago el Mayor, el Boanerges, el hijo del trueno, con todo su ímpetu, su fortaleza y su arrojo, necesita la ayuda de una mujer. María, tal vez menos impulsiva, menos “lanzada” y en apariencia más débil, pero mucho más enamorada y de ahí viene su fortaleza. El Señor, y por tanto la Iglesia, no juzga por las apariencias, sino por el corazón en su sentido más profundo. Y no ha habido en la historia otro corazón como el Inmaculado corazón de María y por ello es para nosotros luz en los momentos de oscuridad, valentía en los momentos de miedo, acicate en los momentos de desesperanza, apoyo firme ante nuestras dudas y vacilaciones, Pilar fuerte que asegura nuestra vida en Cristo.
Se habla mucho del papel de la mujer en la sociedad y en la Iglesia. Algunos confunden ese papel con protagonismo o un título de autoridad. De poco sirve el protagonismo si no es a los ojos de Dios, de nada sirve la autoridad si no es reconocida y es posible que se trasforme en miedo.
«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron». Ciertamente bienaventurados. Ese cuerpo fue creado por Dios, elegido por Dios y se convirtió en el arca de la Nueva Alianza. Un cuerpo llamado a volver al polvo del que había salido se convierte en cuerpo glorioso adelantando nuestra glorificación.
«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen». Porque son las palabras de María, ese Fiat, ¡Hágase!, las que hacen que ese cuerpo sea el primer templo del Espíritu Santo y venga la salvación al mundo, se encarne el Salvador.
Si alguien quiere participar de los motivos del mundo de feminismo, machismo, poder, autoridad…, que lo haga. Los criterios de Dios son los que “humilla a los poderosos y enaltece a los humildes”. Así en el santoral -y fuera de él-, encontramos tantas mujeres fuertes que han cambiado el ritmo de la Iglesia y la han reconducido hacia Dios…, y sin ningún título eclesiástico con derecho a sucesión.
La liturgia de hoy nos enseña en la primera lectura en e lenguaje escatologíco que Dios es a la vez el juez de su pueblo y la fuente de su bendición. ¿Cuántas veces experimentamos en nuestra propia vida individual o como comunidad que, en uno u otro sentido, no hemos vivido los valores de nuestra fe cristiana? Verdaderamente, hemos pecado y merecemos el castigo, pero Dios está siempre esperándonos para volver a él en oración, con confianza y seguridad en la liberación. Y Dios, que está cerca de nosotros, nos libera de nuestras culpas y hace descender sobre nosotros sus bendiciones. Cada día es “el Día del Señor”, y … ¡tenemos que estar siempre preparados!
Y el evangelio nos da la luz para guiarnos en el camino de las Bienaventuranzas, el camino del cielo: saber escuchar con el corazón, con la vida la Palabra del Señor y sobretodo, ponerla en práctica., nos dice el padre Yepes en el audio.
“Escuchar la Palabra de Dios, nos dice el Papa Francisco, es leer eso y decir: “¿Pero qué me dice a mí esto, a mi corazón? ¿Qué me está diciendo Dios a mí, con esta palabra?”. Y nuestra vida cambia
Cada vez que nosotros hacemos esto, abrimos el Evangelio, leemos un pasaje y nos preguntamos: “Con esto Dios me habla, ¿me dice algo a mí? Y si dice algo, ¿qué cosa me dice?”, esto es escuchar la Palabra de Dios, escucharla con los oídos y escucharla con el corazón. Abrir el corazón a la Palabra de Dios.
Ciertamente, poner después en práctica lo que se ha escuchado, no es fácil, porque es más fácil vivir tranquilamente sin preocuparse de las exigencias de la Palabra de Dios.
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p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”17″>Pistas concretas para hacerlo son los Mandamientos, las Bienaventuranzas. Contando siempre con la ayuda de Jesús, incluso cuando nuestro corazón escucha y hace de cuenta que no comprende. Él es misericordioso y perdona a todos, espera a todos, porque es paciente.“
Mes de octubre
Lee y estudia la Biblia
/Planifica leer la Biblia en un Año, pero léela en la profundidad del amor, no para juzgar ni para condenar. La Palabra de Dios alimenta los sueños y esperanzas, es el motor de tu alegría y ayuda a avivar la compasión.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.