?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Is 58, 9-14
- Sal 85
- Lc 5, 27-32
En la liturgia de hoy, como a Mateo, el Señor nos hace una invitación: “Sigueme”.
El Señor sabe, como con Mateo, quiénes somos, pecadores; pero igual que a la respuesta ante la reacción de los escribas y fariseos, hoy nos dice, “…no son los sanos los que necesitan al medico, sino los enfermos…” y nuestra respuesta debería ser la del cobrador de impuesto; hacer un banquete en honor al Señor que sabiendo nuestra condición pecadora, nos llama, y entonces, llenos de Su Gracia, dejarlo todo, levantarnos de nuestra anterior vida y seguirlo.
Esta decisión significa, por supuesto renuncia a muchos pensamientos, hábitos y actitudes que nos han dado seguridad en nuestra vida hasta ese momento; pues bien como dice la lectura de Isaías hoy: “…Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía… Te asentaré sobre mis montañas, te alimentaré con la herencia de tu padre Jacob.» Ha hablado la boca del Señor.”
Y con el Salmo hemos orado al Señor, “enséñame a seguir fielmente tus caminos”…, “salva a tu servidor que en ti confía”
Pues bien, el Papa Francisco hoy nos exhorta a vivir plenamente ese encuentro con el Señor que nos mira y nos invita a seguirlo en este Camino Cuaresmal: “Es el momento de la misericordia recibida y aceptada: “¡Sí, voy contigo!”. Es el primer momento del encuentro, una experiencia espiritual profunda.
Luego viene un segundo momento: la fiesta. El Señor festeja con los pecadores, se festeja la misericordia de Dios que cambia la vida.
Después de estos dos momentos, el estupor del encuentro y la fiesta, viene el trabajo cotidiano, anunciar el Evangelio. Se debe alimentar este trabajo con la memoria de aquel primer encuentro, de aquella fiesta.
Y esto no es un momento, esto es un tiempo: hasta el final de la vida . La memoria. ¿Memoria de qué? ¡De aquellos hechos! ¡De aquel encuentro con Jesús que me ha cambiado la vida! ¡Que tuvo misericordia!”
Vivamoslo plenamente hoy, ahora ese momento y dejémonos abrazar por su Amor, Misericoridia y Perdón.
Mes de marzo
Sé parte de alguna misión
Intégrate a una misión evangelizadora o planea un peregrinaje, esto avivará el deseo de servir y mantendrá ardiendo la llama de la fe.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo me sale bien”
Sor Evelia 08/01/2013.