La liturgia continua motivándonos a involucrarnos con el mensaje del Señor, a fin de que se convierta en el timón que mueva nuestra vida hacia la Salvación.
Hoy la liturgia nos habla de las señales proféticas que hemos recibido desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento y aún hoy para que nos convirtamos y alcancemos la Salvación.