En este día en que muchos celebran con su papá y le muestran su gratitud de diferentes maneras, otros se sienten tristes, decepcionados y hasta frustrados por el papa que tuvieron, o por el papá que son. Quisiera primero felicitarlos a todos pues sé que de una u otra manera todos han hecho algún o mucho esfuerzo por ser papás. Y elevar una oblación de, Descansa en Paz, a los que ya están gozando de la Gloria Eterna.
Segundo, voy a compartirles a continuación algunos textos de artículos que me parecen muy significativos para este día
1.-¿Qué es un padre en la vida de cada uno? ¿Qué significa esa figura paterna ya en un contexto social o educativo? Realmente es un tema muy amplio de abordar. Lo cierto es que, con motivo del día del padre, nunca está de más repasar y motivar la reflexión. Pues un padre es ni más ni menos que uno de los responsables directos de darnos la vida, algunas veces no físicamente, pero siempre desde el corazón y el amor.
2.El papel del padre es tan importante como el de la madre en la crianza de un hijo, y éste debe representar la honestidad, integridad, respeto, fidelidad, lealtad y otros valores positivos. Un padre es fundamental en el desarrollo emocional, psicológico y social de los niños. Hay ocasiones en que la distancia no permite que seas un padre presente pero también puedes ser un buen padre generando vínculos sólidos con tus hijos (es lo más importante vivas cerca o lejos de él). Debes ser un padre activo, pendiente de sus necesidades y ser un soporte cuando necesita ayuda. Mantén una relación positiva y hazle sentir que tanto su mamá como su papá lo quieren.
3.-Tenemos que poner todo nuestro cariño para no originar en nuestro niños heridas emocionales. Si un niño ha vivido durante su infancia un problema, conflicto o situación de gran carga emocional, es posible que este hecho le genere una herida emocional. Y, este recuerdo puede arrastrarse hasta la adultez.
Los niños no deben tener experiencias dolorosas que terminen causándoles heridas emocionales. Por ello, como padres debemos asumir la responsabilidad de criar niños emocionalmente sanos.
El vacío de un padre ausente sigue ahí, en la vida adulta, y no importa si en el presente sigues manteniendo trato con él, o si ya lo perdiste, o si callas en las reuniones familiares y finges como si el pasado nunca hubiera existido.
- Lo primero que deberíamos hacer es “entender”. Comprende que el padre ausente es un hombre que no supo ejercer su rol de padre, porque nunca entendió muy bien su papel como persona.
- Es muy posible que un padre ausente no dispusiera de adecuadas habilidades personales, de una buena autoestima, de un equilibrio interno que le permitiera ver sus errores, sus miedos y sus propias carencias.
-
Ahora bien ¿Justifica esto lo que nos hizo? ¿El vacío emocional que nos dejó? En absoluto, pero la comprensión, en ocasiones, nos ayuda a ajustar la realidad, a evitar almacenar más emociones negativas.
Sabes que has crecido y madurado con muchos vacíos a causa de ese tipo de educación, y de esas carencias afectivas. Sin embargo, siempre llega un momento en que deberíamos cortar el vínculo con el sufrimiento de ayer, para sanar las heridas en este presente.
Si no tuviste a tu padre, lo más probable es que tu figura de apego más saludable y significativa fueran otros que fueron tus tutores de resiliencia.
4.- Educa y relaciónate de manera consciente, afectiva y actual. Si a partir del enlace con tu padre surgieron enojos y rencores, trabaja en ellos; no los acumules o terminarán por causarte más daño. Independientemente de lo que hayas vivido, trata de perdonar; tu organismo, salud mental y tu propio hijo lo agradecerán.
5.- Reflexión de Líana Castellón: Ser padre ha sido y es, sin lugar a dudas, la mayor realización para un hombre. La figura del papá nos remite –primero al amor- pero también a la guía, al sostén y a la autoridad bien entendida.
El rol del padre ha cambiado con el tiempo, porque los tiempos han cambiado, no así el lazo de amor que une al padre con el hijo.
Años atrás, la mayoría de las madres pasaban todo el día en casa. Por ello, era siempre la mamá quien ayuda con la tarea, cambiaba pañales, daba mamaderas y muchísimas otras cosas.
Con el paso del tiempo y la necesidad de salir a trabajar de ambos padres, las tareas cotidianas se han empezado a compartir.
El amor es y ha sido siempre el mismo, pero el papel del padre en la actualidad es mucho más abarcativo y completo. Ya no solo es mamá quien está pendiente de las cosas cotidianas y las necesidades de un hijo.
Lejos de disminuir su figura, hoy en día el padre se engrandece con estas nuevas tareas que –hasta hace unos años- eran prácticamente sólo de las mamás. Los une más a sus hijos, los coloca en un plano más cercano y amoroso.
El hombre ha crecido, ha aprendido que no se es menos hombre por cambiar un pañal, muy por el contrario. Hoy los hijos cuentan con ambos padres para todo.
Esto no significa que los padres de antes no fuesen buenos, simplemente que la vida ha cambiado y la manera de ser papá también. El de antes era un papá con cierta distancia, no con menos amor por cierto. El de hoy tiene ambas cosas amor y cercanía.
Con diferentes modalidades, ayer u hoy, papá ha sido y es un pilar en nuestra vida.
Cuan si fuera un tutor de los que se usan para que el pequeño árbol recién plantado crezca firme y derecho, ahí está para vernos avanzar en la vida, para que no equivoquemos el camino y para entendernos su mano, tengamos la edad que tengamos.
5.- Finalizamos con el Papa Francisco: El Santo Padre habló sobre el “aspecto positivo y decisivo de la figura del padre”. A continuación sus consejos.
1. Alegrarse con lo correcto, asegura el Pontífice que un padre no debe “vanagloriarse” de que su hijo sea como él, sino alegrarse cuando éste “aprenda de la rectitud y la sensatez”.
“Esto será la mejor herencia que podrá transmitir al hijo y se sentirá henchido de gozo cuando vea que lo ha recibido y aprovechado”, acotó.
2. Educar con cariño; “El padre trata de enseñarle lo que el hijo aún no sabe: corregir los errores que aún no ve, orientar su corazón, protegerlo en el desánimo y la dificultad. Todo ello con cercanía, con dulzura y con una firmeza que no humilla”, precisa el Santo Padre.
3. Acompañar con paciencia, pide el Pontífice, un acompañamiento constante, es decir, “estar presente en la familia, compartir los gozos y las penas con la mujer, acompañar a los chicos a medida que van creciendo”.
“La parábola evangélica del Hijo pródigo nos muestra al padre que espera en la puerta de casa el retorno del hijo que se equivocó. Sabe esperar, sabe perdonar, sabe corregir. También hoy los hijos al volver a casa con sus fracasos necesitan a un padre que los espere, que los proteja, los anime, les enseñe cómo seguir por el buen camino. A veces tiene que castigarlo, pero nunca le da una bofetada en la cara”.
4. Orar con confianza; “Muchas veces no admitirán los fracasos, los hijos, pero necesitan del padre como todos necesitamos acudir al único Padre Bueno, como dice el Evangelio, el Padre nuestro que está en los cielos”, indicó el Papa, haciendo alusión al diálogo con Dios a través de la oración.
5. Seguir a San José. Finalmente, el Santo Padre resaltó la importancia de pedir “al Señor que nunca falte en las familias la presencia de un buen padre, que sea mediador y custodio de la fe en la bondad, en la justicia y la protección de Dios, como lo fue San José”.
Oremos:
Señor Dios, Padre bueno, creador del género humano,
Tú enviaste a tu Hijo Jesús, para redimir y salvar a los hombres,
El quiso nacer en una familia como la nuestra, le diste a la Virgen María como madre
y a San José como padre; te pedimos por estos padres para que, a ejemplo de San José, amen a sus hijos, los cuiden y protejan, y sobre todo, les enseñes a amarte a Ti
que eres nuestro Padre del Cielo, te sirvan en todo, y alcancen finalmente la vida eterna.
Te pedimos Sagrado Corazón de Jesús: Haz mi corazón semejante al tuyo. Amen
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.