Hoy la liturgia nos motiva para salir de la cueva y escuchar ese hilo silencioso sonoro que nos de fuerza para rechazar todo aquello que surge de nuestro interior y nos inclina a lo que no es sano para nuestro espíritu.
Hoy que recordamos a San Bernabé, la liturgia nos invita a dar sabor y brillar, sí, a ser ese fermento en la sociedad que marque una diferencia positiva, que deje un buen sabor de Cristo donde sea.
Hoy la liturgia nos anima a continuar nuestro camino espiritual, con esperanza, aun cuando tengamos que enfrentar dificultades, pues el premio prometido será grande en los cielos.
Lla Iglesia celebra hoy la Fiesta del Inmaculado Corazón de María con la finalidad de manifestar que estos dos corazones son inseparables y que María siempre lleva a Jesús..