Como sarmientos unidos en estrecha relación con el Señor, recibimos un nuevo modo de ser, la vida de Cristo se convitambién en la nuestra: podemos pensar como Él, actuar como Él, ver el mundo y las cosas con los ojos de Jesús.
Lo primero que destaca en la Virgen María es su fe. Jesus me fío de ti: lo primero que tenemos que imitar de la espiritualidad de la Virgen María es la fe. Lo más importante de la fe de María es la certeza de que Dios existe y de que ese Dios es el Señor…
El cristianismo construye su doctrina a partir de vivir la vida de Jesucristo que nos da la gracia de vivir la vida como amor,para todos, perdonar de corazón aunque el alma duela y dar dar vida a través del servicio, ese Amor Ágape.
En nuestro caminar como creyentes, contamos con el Amor de Dios, un Amor no como da el mundo, a flor de piel, sino un amor que perdona todo, un amor humilde, no cargado de ego que nos lleva al orgullo, a la soberbia y a la falta de empatía; un amor sin egoísmo.
Dentro del periodo Pascual que estamos viviendo, la liturgia de hoy nos invita a meditar sobre la santidad, basados muy concretamente en la figura de San Isidro Labrador. Hombre ordinario que se distinguió por edificar sobre la roca firme.