Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes
El Papa Francisco dedicó su reflexión del 24 de junio 2015, en la audiencia general a las heridas en las familias y su repercusión en el alma de los hijos que los pueden acompañar el resto de su vida.