Señor mío, despierto tantas veces angustiado por tantos asuntos que no he resuelto y se han transformado en un carga pesada de llevar cada día. Por mucho que me esfuerzo, siento que termino chocando contra un muro. Necesito de tu compañía, saber que puedo contar conmigo mientras cargo mi cruz. No me dejarás solo porque sé que ese no es tu estilo.
Yo te he elegido como centro de mi vida y quiero vivir mi fe unida a tu voluntad, aceptando mi cruz pero seguir perseverando. Tú, siendo Rey de reyes, fuiste perseguido y humillado por hablar del perdón divino. Dame fuerzas para soportar también cargar con mi cruz de cada día y las humillaciones que me toque vivir.
Sé que por pregonar tu misericordia también seré odiado y apartado, pero es una cruz que estoy dispuesto a aceptar con alegría sabiendo que mi meta es disfrutar de tus promesas en el Reino de los Cielos. Confío en que me has dejado la fuerza en tus palabras y tu Espíritu para seguir con fidelidad tus huellas. Eres mi Maestro. Te amo, cuenta conmigo. Amén.
Propósito para hoy.
En cualquier momento del día, encuentra un pequeño espacio y lee el Salmo 94, allí encontrarás unas palabras de consuelo para aumentar la esperanza y no vivir con angustias.
Frase de reflexión.
“¡Espíritu Santo, danos la alegría de la resurrección, la juventud perenne del corazón!”. (Papa Francisco)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.