Señor, ilumina mi vida y ayúdame a descubrirte en cada acto de bondad. Tú conoces mi corazón y sabes de lo que soy capaz dentro de mis limitaciones.
Tú nunca me echas de tu lado cuando fallo, por el contrario, me animas a ser más fuerte y valiente cada vez que caigo y así levantarme con mayor impulso.
Tú le dejaste a San Pedro una gran responsabilidad y le prometiste que, aunque el demonio le iba tender mil trampas, nunca lo dejarías sólo.
Oh Jesús, quiero tener una fe sólida capaz de resistir toda prueba, una fe tan deslumbrante que, todos los que me conozcan, sientan el ardor de conocerte.
No quiero que mi amor por Ti, se quede en un mero acto sentimental, sino que se transforme en actos tangibles que inviten a la conversión.
Quiero ser un portador de fe, alegrías y esperanzas y que los demás puedan encontrar en mí todo el apoyo y la gracia que Tú mismo me has dado desde lo alto.
Como San Pedro, también yo quiero profesarte con toda mi pasión, quien siendo pecador y a pesar de sus equivocaciones, nunca dudó de tu divinidad.
Ayúdame a escuchar, acoger y comprender tu Palabra para gritar a viva voz y en todo momento, que eres Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo. Amén
Propósito de hoy.
No permitas que el miedo te haga ver tus problemas más grandes de lo que en realidad parecen. Reza 3 Avemaría cada al inicio y al final del día
Frase de reflexión.
“Hemos recibido la vida no para enterrarla, sino para ponerla en juego; no para conservarla, sino para darla. Quien está con Jesús sabe que el secreto para poseer la vida es entregarla”. Papa Francisco.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.