Señor, Tú miras lo profundo de mi corazón y actúas con poder en mi vida, por eso la pongo en tus manos, para verme libre de temores y angustias. Sé que puedo contar con tu presencia y que me haces descubrir las manifestaciones de tu amor en las distintas situaciones que experimento. No hay nada más grande que tu Amor. Es por ello que quiero seguir abriendo mi corazón a tu Palabra y dejarme así conquistar por tu Verdad.
Oh mi Señor, quiero comprender ese misterio de amor del Padre, quien entregó a su único Hijo a una muerte de cruz, para que yo formara parte de las glorias del cielo. Todos mis esfuerzos, proyectos, éxitos y fracasos, cobran sentido cuando los miro a través de tu sacrificio de tu Santa Cruz, un sacrificio de vida y de amor.
Mi Dios, quiero nacer de nuevo en Ti, restaurar mis fuerzas con el poder de tu Cruz y confesar con mis labios y el corazón que Tú eres mi Dios y Señor. Quiero renunciar a mi vida de pecado y rechazar todo aquello que me invita a saborear los triunfos del mundo olvidándome de tu donación de amor. Te amo, amo tu Santa Cruz, la que me define y me lleva por la auténtica senda de un cristianismo firme y auténtico. Amén. (Extraído de nuestro devocional diario de la oración del día @copyright 2020 – Qriswell Quero)
Propósito del Evangelio de hoy.
Meditaré sobre mi vida de cristiano preguntándome: ¿Cómo hago para llevar la cruz de cada día? ¿Cómo llevar la cruz en el sufrimiento?.
Frase de reflexión.
El perdón que nos da Dios no es cancelar una cuenta que tenemos con Él: el perdón que nos da Dios son las llagas de su Hijo en la Cruz, elevado sobre la Cruz. Papa Francisco 2014.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.