“Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir el poder y la riqueza, la sabiduria, la fuerza y el honro. AEl la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.” Apoc 5. 12; 1,6
Hoy dia de Cristo Rey, te alabo, te bendigo Dios Rey Celestial, Dios Hijo Redentor del mundo, Dios Espíritu Santo. Gracias por el don de la vida, gracias por toda tu creación, gracias por nuestra familia y el pan de cada dia, gracias por nuestro país y por nuestra iglesia.
Señor, gracias porque al humillarte hasta la muerte, y una muerte de cruz, por amor a nosotros , creación tuya para salvarnos de la muerte eterna y al Resucitar implantaste Tu Reinado por toda la eternidad.
¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano! Míranos humildemente postrados delante de Ti para pedirte perdón Pr todas nuestras infidelidades, por todos nuestros pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Tuyos somos y tuyos queremos ser; y a fin de vivir más estrechamente unidos a Ti, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a Ti.
Muchos, por desgracia, jamás te han conocido; muchos, despreciado tus mandamientos, te han desechado. ¡Oh Jesús benignísimo!, compadécete de los unos y de los otros, y atráelos a todos a tu Corazón Santísimo.
Señor, sé Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Ti, sino también de los pródigos que te han abandonado, que se han olvidado de Ti; haz que vuelvan pronto a la casa paterna y se acojan a Tu Miericordia y transformen sus corazones para que disfruten de tu Reinado
Sé Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Ti; devuélvelos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor.
Bendice en la Eucaristia de hoy tu Palabra en nosotros.. De tu Palabra y promesa recibimos vida. Que nuestros corazones sean fortalecidos con Tu Cuerpo y con tu Sangre y siempre vivamos en tu presencia Señor Jesús, Salvador nuestro; toda nuestra esperanza está puesta en ti. Muestra tu poder y cumple la voluntad de Dios en el mundo entero, para regocijarnos cuando veamos aparecer la gloria de Dios y que su voluntad se haga en tierra y cielo.
Concede, ¡oh Señor!, incolumidad y libertad segura a tu Iglesia; otorga a todos los pueblos, muy especialmente a nuestro país, la tranquilidad en el orden.
Haz que del uno al otro confín de la tierra no resuene sino esta voz: ¡Alabado sea el Corazón divino, causa de nuestra salud! A Él entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos.
Amén.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.