Mi Dios, gracias por estar dispuesto a escuchar mi clamor y atenderme cuando siento que ya no puedo encontrar soluciones correctas a todos mis conflictos.
Ven a reinar en mi corazón, hazlo tan humilde como el de María, tu dulce y amada hija quien supo abandonarse en Ti y entregarse a tu designio de amor.
Que, a través de María, el Espíritu Santo encuentre refugio en mi corazón, purificándolo y llenándolo de tu poder para continuar sin miedo todas mis luchas.
Yo también soy tu esclavo, tu servidor, atento a escuchar tu Palabra y ponerla en práctica. Acepto tu voluntad y todo lo que tengas preparado para mí.
Ven, amado mío, ven a habitar en mí. Ayuda a que en mi corazón renazca el fuego de tu amor, transfórmale y hazlo vivir la experiencia inmensa de tenerte.
Te adoro en Espíritu y verdad, adoro tu hermoso misterio de encarnación. Oh mi Rey, Tanto es tu amor que te hiciste como uno de nosotros para salvarnos.
No permitas, Señor y Dueño de la historia, que el miedo se apodere de mi ser. Que el poder de la cruz y de tu divinidad sean mi fortaleza para siempre.
Ayúdame a responder a tu gran misterio de amor con generosidad y sencillez, como lo hizo María, quien te escuchó y obedeció desde siempre. Amén.
Propósito para hoy
Meditaré en silencio las palabras de María: “Hágase en mí según tu palabra”, y ver qué me dice Dios a través de ellas según las cosas que me están sucediendo
Frase de reflexión
“María, Madre nuestra, ampáranos en los momentos de oscuridad, de dificultad y de aparente derrota”. Papa Francisco.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.