Buenos días mi amado Señor, en este lunes, inicio de la segunda semana de Adviento nuestro corazón se regocija ante tanta maravilla de Tu Amor. Bendito y Alabado seas por el don de la vida, por nuestra familia, nuestro trabajo, nuestro país y nuestra Iglesia. Gracias Señor también por la Creación obra de tus manos, es maravilloso oír el trinar de las aves, experimentar el amanecer de cada día, el verdor de los campos, la diversidad de la estructura de las montañas, el correr del agua en los ríos, lagos y mares, los árboles con su follaje, flores y frutos. Las ciudades con sus edificaciones, en fin toda la diversidad de tu Obra. Y poder experimentar el gozo de Tu Omnipotencia y Tu promesa a través Isaías: “ Contemplarán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes; decid a los inquietos: «Sed fuertes, no temáis. ¡He aquí vuestro Dios!
Nos reunimos en tu presencia, en medio de este mundo tan lleno de sufrimiento, dolor y desgracia donde bien podríamos tener miedo. Sin embargo, con la certeza de nosotros no dependemos de nuestras fuerzas sino de ti, Dios todopoderoso. Que Tú eres nuestro Padre, y no importa lo que pase, seguiremos siendo tus hijos y recibiendo tu bendición, pues con el salmo 84, nos dices : “Dios anuncia La Paz a su pueblo y a sus amigos. La salvación está cerca de los que lo temen, y la gloria habitará en nuestra tierra”
Entonces te suplicamos, protégenos en este tiempo presente. Incluso cuando una ola de maldad parece que cae sobre nosotros; nuestro corazón está seguro, pues tú nos sostendrás. Tú nos fortalecerás para nosotros poder confrontar este tiempo de Adviento, en medio de la pandemia, con paciencia, esperanzados en ti y lo que tú haces en todas las personas.
Te presentamos a nuestras familias, a las personas que nos han pedido intercedamos en oración por sus necesidades de salud física, emocional y/o espiritual; por nuestro país para que sea gobernado pensando en los más necesitados y por nuestra Iglesia, muy especialmente por el Papa Francisco.
Hoy Señor, que con el corazón contrito y humillado nos presentamos ante Ti, suplicándote perdón y sanacion de nuestras heridas, que podamos escuchar Tu Voz, como al paralitico, decirnos; “ A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”».Lc 5
Señor gracias por escuchar nuestras oraciones y contigo nos disponemos a vivir este día intensamente y con mente positiva y confianza en Ti y la Virgen Maria. Que la alabanza de tu nombre esté en nuestros corazones siempre.
Amén.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.