Yo soy el Señor, y no hay otro.
—No hay otro Dios fuera de mí—.
Yo soy un Dios justo y salvador, y no hay ninguno más.
Volveos hacia mí para salvaros, confines de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro.
Yo juro por mi nombre, de mi boca sale una sentencia, una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, por mí jurará toda lengua»; dirán: «Sólo el Señor tiene la justicia y el poder». Is 45
Buenos días Dios Padre, te damos gracias por estas palabras con las que nos instruyes en esta mañana en que nos reafirmas que Tu eres nuestro Dios y Señor y que fuera de Ti no hay otro, pues Tu eres nuestro salador, el que nos trata justamente y del que emana todo el Amor, la Misericordia y el Perdón. En esta mañana queremos alabarte y bendecirte por toda la creación, por darnos el don de la vida, por nuestra familia, por el pan de cada día, por nuestro país y nuestra Iglesia. Gracias darnos la tarea de servirte a ti en el nombre de tu siervo, Jesucristo, por permitir a cada uno de nosotros tener parte para que se realice tu voluntad. Consérvanos fieles a este servicio. Deseamos ser fieles, siempre escucharte, porque tú abres nuestros oídos y nos ayudas a conocer cuál es tu voluntad y cómo responder a ella.
Doblamos nuestras rodillas ante Ti, arrepentidos de nuestros pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión y por el mal uso que hemos hecho de tu Creación, te suplicamos, permanece con nosotros, fortalécenos con tu amor y compasión. Que la vida de Cristo Jesús gane cada vez mayor poder en nuestro corazón, sobre todo cuando la tentación y el mal quieran seducirnos.
Bendicenos Señor, bendice a quienes nos han pedido sus oraciones por su salud espiritual, física y emocional, o por trabajo. Bendice a nuestro gobernantes y bendice a nuestra Iglesia, especialmente al Papa Francisco. Venga a nosotros tu Reino y hágase Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Amén.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.