Hoy la mañana tiene un olor nuevo. Esto me lleva a meditar en cuántas veces el alma se nos queda en suspenso al llegar hasta tí, Señor para este nuevo encuentro, porque hay algo que nos turba…hay un gran contraste en el nuevo despertar de este hermoso día, con el velo de tristeza que a veces cubre nuestro corazón.
Y es que hacer tu voluntad implica hacer y ser como tu quieres y permanecer en Ti pase lo que pase… y así decimos en la oración del Padrenuestro y así se lo dijiste Tu a tu amado Padre en el Huerto de los Olivos, que se haga Tu voluntad y no la mía.
Se que Tu nos miras y sientes pena por nosotros en todo momento, ¡lo se Jesús! Se que te duele nuestro dolor, sé en esos momentos en que nos esperas para que pongamos la esperanza en Ti… ¡en quién sino, Señor!, pero… sabías que las cosas no iban a ser así…. y no fueron; fueron como Tu sabías desde siempre, que iban a ser…
Cabe preguntarnos en esos momento, como nos indica Pete Wilson en su libro Plan B: ¿Puedes creer que Dios está en control ahora, aun cuando tu vida no lo está?… cometemos un grave error si comenzamos a creer que esos sentimientos tienen algo que ver con la realidad, puesto que esos sentimientos de desesperanza y de impotencia usualmente nos dice mucho más sobre nosotros mismos que lo que dicen sobre Dios.
Sabemos Dios que Tu nunca te equivocas, nosotros si, y es que Jesús Hijo de Dios, siempre hizo la voluntad del Padre sabía que la voluntad del Padre, en sus designios misteriosos, siempre han sido para bien de los que lo aman y, por eso, aquí estoy hoy Señor, de rodillas, para decirte: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad , esa voluntad tuya que a veces me cuesta tanto entender y hacer.
Esa voluntad donde para cumplirla y acatarla hay que poner el corazón adolorido en tus manos y poco a poco el dolor se va suavizando, se va aquietando, va llegando el bálsamo de la paz,… ya en los ojos solo queda el temblor de las lágrimas que han cesado de correr y los labios repiten una y otra vez: Aquí estoy , Señor, para hacer tu voluntad, y sé muy bien cuál fue tu voluntad, solo quiero pedirte fuerza y ánimo para seguir alabándote, y amándote por siempre.
Hoy puedo por eso recordarte que como nos dice Pete Wilson que aunque la vida es incierta, Dios no lo es. Aunque nuestro poder es limitado, el de Dios es ilimitado. El todavía sostiene al mundo en sus manos. Aunque nuestra esperanza puede ser frágil, Dios es la esperanza misma. Tu mundo puede ser caótico… Pero no lo dudes… Dios está todavía en control.
Por eso es momento para rendirnos a sus pies y decir:
Esperé en el Señor con gran confianza.
El se inclinó hacia mi y escuchó mis plegarias.
El me puso en la boca un canto, un himno a nuestro Dios.
Aquí estoy, Señor , para hacer tu voluntad.. Sal 39.
Amén
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.
Bibliografía:
Primera referencia
Segunda referencia
Tercera Referencia