Tres Virtudes teologales que encierra el Corazón de Jesús, por eso el Papa Francisco, nos alienta a encontrar “en el Corazón de Jesús el alimento de sus vidas espirituales y la fuente de su esperanza”. Y el Emérito Benedicto XVI, afirma que el Corazón de Cristo es símbolo de la fe cristiana, particularmente amado tanto por el pueblo como por los místicos y los teólogos, pues expresa de una manera sencilla y auténtica la “buena noticia” del amor, resumiendo en sí el misterio de la encarnación y de la redención.
Anselm Grüm en su libro El Amor que Sana, en el que nos brinda una excelente reflexión sobre 1 Cor 13, afirma que a lo largo de la historia la fe, la esperanza y el amor se convirtieron en las virtudes cristianas teologales… Las tres virtudes están íntimamente unidas. No hay amor sin fe. Debo creer en lo bueno qué hay en el otro para poder portarme bien con él. Sin la fe, el amor sería exigencia excesiva. Y no hay amor sin esperanza. El amor es también y siempre esperanza…
Fe, esperanza y amor están íntimamente unidos. Describen la esencia de la existencia cristiana… Sin embargo, el amor es para Pablo lo más grande, lo que, finalmente, lleva a cumplimiento también la fe y la esperanza…
Concluyendo este Capítulo, indica el sacerdote que el Apóstol redactó estos versículos en diálogo con la filosofía griega y la teología judía; pero al mismo tiempo, el texto es fruto de su propia experiencia del amor de Dios. No son palabras dichas a la ligera, sino vertidas de una forma maravillosa. Y debemos meditarlas una y otra vez e interpretarlas teniendo en cuenta nuestras experiencias concretas con el amor. Entonces, estas palabras nos abren al amor que nos sale al encuentra en la vida. Y las experiencias de amor que tenemos nos revelan el sentido de las palabras.
Es por eso que me he dedicado, en este mes dedicado al Corazón de Jesús, en compartirles algunos textos de este libro que a mí me cambió totalmente la concepción sobre el Amor.
Oremos
Oh dulcísimo Jesús, oh mi tierno Señor de grandeza infinita, Rey de amor y espíritu de Verdad y Paz, recibe mis plegarias, escúchame y lléname de Ti; me presento lleno de ilusión ante tu Trono Celestial y te pido fervorosamente me recibas en tu Sagrado Corazón, ese Divino Corazón que es fuente de Vida y de Santidad y bendito dispensador de gracias y favores.
A tu Sacratísimo y adorado Corazón, que es admiración de los Ángeles y Santos, casa de Dios y puerta del Cielo y Templo esplendido de la Trinidad Santísima, rindo toda alabanza, honor y gloria, y me entrego, y me doy, tal como soy; a tu bondadoso Corazón consagro todo mi ser sin reserva, y solicito ayuda y protección con la mayor confianza, porque sé que solo en Él encontraré la luz, la paz, el amor, la fuerza y el verdadero consuelo.
Oh mi Señor, mi amable y dulcísimo Corazón de Jesús, te ruego que Tu generosidad me conceda fe, amor y esperanza cuando esté tan agobiado que ya no pueda más,que Tu Corazón me llene de favores y bendiciones cuando me resulte imposible resolver lo que me preocupa, pues tengo plena seguridad que estando Tu a mi lado, la tristeza se tornará en alegría, el desánimo se convertirá en aliento y el dolor se cambiará por agradable sosiego. Amén
¡Sagrado Corazón de Jesús en vos confío porque se que me amas!
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.