Hola mis queridos lectores, hoy primero de septiembre, puede ser un buen momento para que, estemos alerta de que, conforme éste vaya avanzando, no nos dejemos llevar por el bullicio y por un ritmo de vida demasiado alto que nos lleve a descuidar la parte más importante de nuestra vida: el contacto con el Señor.
Mucho ojo con confundirnos y hacer demasiadas cosas. Incluso, a veces nos puede pasar que nos llenamos la vida de cosas útiles pero abandonamos al Señor. Es lo que san Ignacio diferenciaba como ‘las cosas de Dios’ y ‘el Dios de las cosas’.
Imitemos al Señor, que se retiraba a lugares solitarios para orar y alimentar la relación con su padre. Esto no es algo negociable para el cristiano. Evidentemente, habrá días en que un suceso extraordinario nos podrá sacar antes de tiempo de la oración, pero, insisto, eso ha de ser algo muy extraordinario. Debemos buscar y blindar bien los ratos para el Señor y, el resto del tiempo, vivir en su presencia, sin dejarnos mundanizar demasiado, pues si la sal se vuelve sosa… pues eso.
Nos comenta Manuel Esteban en un articulo que en una sociedad como la actual, de deshumanización y anarquía en todos los ámbitos de la vida y sobre todo, de una falta de fe extrema, en un mundo, cada vez mas agnóstico y sin Dios. Es cuando un seglar que vive la doctrina de Jesús, se debe hacer más fuerte en sus convicciones. Y es cuando debe dar con más empuje a sus semejantes, testimonio de su fe, en cada asunto de la cotidianidad diaria. Con la familia, en el trabajo, con los vecinos, etcétera.
En estos tiempos que corren tan difíciles, de crisis económica y desgarro moral de la sociedad. Es cuando los creyentes tenemos la obligación de poner en práctica nuestra fe. Demostrando al mundo, que somos cristianos y que nuestro fondo espiritual, proviene de lo sobrenatural. Somos personas, cuya fe y creencias heredada de nuestros mayores, representa un todo, en nuestras vidas. Somos gente, que nos movemos entre todos los demás, pero tenemos un carácter que nos hace especiales y diferentes.
Creemos en Jesús resucitado. Creemos en que la labor de apostolado, es pieza clave, para que esta sociedad de corrupciones a todos los niveles, mejore con el ejemplo y las enseñanzas de nuestro Señor.
Nos ha recordado el Papa Francisco a todos “que en el fundamento de nuestro vivir hay una consoladora certeza: Dios nos ama y en Jesús dio su vida por nosotros.
El Santo Padre nos ha exhortado a adorar al único y verdadero Dios, Uno y Trino, en una sociedad que se está volviendo cada vez más pagana. “La idolatría”, ha afirmado, “no es sólo ir a un templo pagano y adorar una estatua. No, la idolatría es una actitud del corazón, es cuando prefieres una cosa porque resulta más cómoda y olvidas al Señor. Los ídolos han cambiado de nombre, pero están más presentes que nunca: el ídolo del dinero, del éxito, de la carrera, de la autorrealización, del placer, y todos aquellos ídolos que prometen la felicidad pero no la dan, al contrario, esclavizan, nos roban el amor. Los ídolos -dice el Papa- prometen la vida, per en realidad la quitan, mientras que el verdadero Dios no pide la vida, sino que la dona.”
Que se note que somos cristianos, que llevamos dentro algo increíble. Expandamos el amor de Dios allá donde estemos con el ejercicio real de la caridad. Sólo si nosotros damos el paso el mundo podrá cambiar. ¡Adelante!
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.