Hola mis queridos lectores. Sin duda alguna todos hemos sufrido por estar en una tormenta en nuestra vida, algunas son pasajeras, pero otras nos dejan huellas que aun después de mucho tiempo siguen doliendo.
A los discípulos de Jesús, también les tocó pasar por una tormenta y sufrir por ese momento, que para ellos fue de muchos contrastes.
…“Y la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas;porque el viento era contrario.” Mateo 14:24
Lo que parecía un viaje regular como tantos que Pedro y los discípulos hacían, se convirtió en una lucha que duro toda la noche. Y así ellos estuvieron en esa tormenta y esos vientos que sentían los iban a vencer.
Cuando nos enfrentamos a estas tormentas, a menudo experimentamos sentimientos de desesperación o miedo. Y es qué hay quienes en momentos desagradables que enfrentamos en la vida, creen que Dios los abandonó. A veces son tan grandes los golpes, que en la desilusión y el abatimiento se pierde la fe.
Al ver las tormentas que afectan las vidas de las personas, he podido concluir que, sin importar cuál sea la tormenta que esté azotando nuestra vida, independientemente de si esta tiene o no solución o del tiempo que durará, el refugio es uno solo, y lo es para todo tipo de tormenta. Este refugio único provisto por nuestro Padre Celestial es nuestro Señor Jesucristo
Hasta ya en la madugada, Jesús vino a ellos andando sobre el mar ( vrs.25). Ellos no esperaban que Jesús fuera a ellos de esa manera, pero el iba a buscarlos.
Tenemos que convencernos que en el plan maestro de nuestra vida todo tiene su fin, todo pasa por algún propósito.
Cada camino recorrido se camina por una razón y cada día está lleno de bendiciones, no importa si son grandes o pequeñas.
Nunca pierdas la fe en Dios, El pondrá de nuevo risas en tu boca y gritos de alegría en tus labios.
Puede ser que en tu vida las dificultades son tantas que tengas la sensación, como Pedro en el texto del evangelio, de andar sobre el agua y que en algún momento sientas que te hundes, pero no temas; si Jesús se muestra en tu vida, no temas. No puedo trivializar ni voy a decirte que «tranquilo, no pasa nada» o que te esfuerces más o reces mejor. Creo que la vida tiene momentos de tormenta que son muy difíciles humanamente, pero sí me atrevo a decirte que en lo que estés viviendo no te va a faltar la gracia de Dios, y que Él va a tender su mano sobre ti y te va a cuidar y proteger.
Hoy, si estás en medio de una tormenta solo dile a Jesús que suba a tu barca. Comparte con Él todo lo que estás viviendo, todo lo que estás sufriendo. No creo en un Dios que parchea, que tapa agujeros; un Dios mago que elimina dificultades, que premia a los buenos, que cuida solo a los que cumplen; sí creo, en un Dios que reparte vida a los más necesitados, que se hace presente y se complica con todo lo que vivimos, que fortalece y da luz en las dificultades. Un Dios de vida que reparte vida, que sobreabunda en Amor y Misericordia.
Adelante solo acude a El y ora con la confianza que el te estuchará y pondrá paz en medio de la tormenta.
Oremos con esta canción:
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.