?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/FYyebiKldng
- 2 Sam 7, 1-5. 8-12. 14. 16
- Sal 88
- Rom 16, 25-27
- Lc 1, 26-38
Nos comenta el sacerdote Juan Byyton Arellano que estamos ya en este Cuarto Domingo de Adviento, y nos reunimos para reflexionar sobre la Palabra de Dios a puertas de celebrar ese gran acontecimiento que cambia definitivamente el rumbo de la historia, que es el Nacimiento de Jesús.
Y se nos propone lecturas muy fuertes, muy potentes, vamos continua el sacerdote, a detenernos básicamente, en los personajes, porque en la Primera Lectura que es del Segundo Libro de Samuel, nos vamos a ver la historia del Rey David, y una actitud particular que él tiene en esta lectura, en este momento de su vida, él quiere construirle una casa a Dios, tiene toda la buena intensión, tiene el buen deseo de hacerlo, pero el diálogo que el profeta Natán – porque Dios se lo pide así – va a tener con David, nos ayuda a entender también cuál es nuestra relación con Dios, y cómo podemos entender nuestra relación con El..
las intenciones de David van a ser corregidas por Natan, a petición del Señor, recordando que Dios no puede ser retenido por el hombre: “David no es que tú debas saber dónde construirme una casa, yo sé dónde vives tú, el mundo es tu casa. Y por eso no hay un espacio donde yo pueda habitar ni dónde me pueda sentir bien, sino es que soy yo el que produce bienestar y paz, justicia y fraternidad en el mundo entero”. Y eso es curioso porque también a nosotros, muchas veces nos nace, el hecho de poner a Dios aquellas características o aquellos intereses que a nosotros nos parece que están bien. Sin embargo como nos decía el sacerdote Jose A Caballero, el Señor va a eregir su propio templo y ese templo es el seno de la Virgen Maria.
Y por eso en la Segunda Lectura, San Pablo a los Romanos, lo dice de manera muy clara: “el Evangelio revela el misterio”. Quien vive el Evangelio, quien vive los criterios del Evangelio conoce a Dios, como bien lo dirá Juan también; recordando que todo el proyecto de Dios es atraer a todos los pueblos de la tierra a la obediencia de la fe.
Y de la realidad de David y de la realidad de Pablo nos habla el Evangelio, uno de los Evangelios más bonitos que es la Anunciación, cuya protagonista es María. El Espíritu Santo, a través del Ángel, anuncia de que va ser madre de nuestro Salvador, y no nos presenta a igual que a David, un personaje un poco tímido, sino una mujer consciente, una mujer capaz de saber qué misión le va a venir. Y por eso la primera pregunta de María es “¿Cómo esto va a ser posible?”. Frente al Espíritu Santo, María nos enseña a tener espíritu crítico, saber cuestionarnos. La acción de Dios nunca va contra el ser humano, al contrario, es capaz de entrar al misterio más hondo del ser humano porque ahí encontramos a Dios que habita en todas las cosas. Y este diálogo entre María y el Ángel, de alguna manera, es el diálogo de todo ser cristiano “¿Cómo será esto?” Y dice el Ángel “Mira a tu prima Isabel” – En este momento lo imposible se hace posible, y este hermoso Evangelio se hace en el marco, al inicio y al final, de las palabras del Ángel: “¡Alégrate María! ¡Alégrate!”.
Nos comenta el Papa Francisco: “
La voluntad de Dios es la ley suprema que establece la verdadera pertenencia a Él. María instaura un vínculo de parentesco con Jesús antes aún de darle a luz: se convierte en discípula y madre de su Hijo en el momento en que acoge las palabras del Ángel y dice: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Este ““hágase” no es sólo aceptación, sino también apertura confiada al futuro. ¡Este “hágase” es esperanza!
María es la madre de la esperanza, la imagen más expresiva de la esperanza cristiana. Toda su vida es un conjunto de actitudes de esperanza, comenzando por el “sí” en el momento de la anunciación. María no sabía cómo podría llegar a ser madre, pero confió totalmente.”
Este Sí de Maria, como nos dice el audio, marca un momento decisivo para nuestra vida, para nuestra redención.
Palabra de Vida Mes de Diciembre
“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?.” ( Salmo 27 (26), 1) Recuerda Dios existe y me ama. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.