?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Mal 3, 1-4
- Sal 23
- Heb 2, 14-18
- Lc 2, 22-40
El día 2 de febrero de cada año, se recuerda esta presentación del Niño Jesús al templo, llevando a alguna imagen del Niño Dios a presentar a la iglesia o parroquia. También ese día, se recuerdan las palabras de Simeón, llevando candelas (velas hechas de parafina pura) a bendecir, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.
El Papa Francisco afirma”…
El Pueblo de Dios es invitado en cada época histórica a contemplar esta luz. Luz que quiere iluminar a las naciones. Así, lleno de júbilo, lo expresaba el anciano Simeón. Luz que quiere llegar a cada rincón de esta ciudad, a nuestros conciudadanos, a cada espacio de nuestra vida.
El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz”. Una de las particularidades del pueblo creyente pasa por su capacidad de ver, de contemplar en medio de sus “oscuridades” la luz que Cristo viene a traer. Ese pueblo creyente que sabe mirar, que saber discernir, que sabe contemplar la presencia viva de Dios en medio de su vida, en medio de su ciudad. Con el profeta hoy podemos decir: el pueblo que camina, respira, vive entre el “smog”, ha visto una gran luz, ha experimentado un aire de vida.”
La celebración de hoy, nos presenta a Cristo como modelo y fuente de fortaleza, porque Dios sabe lo difícil que nos resulta el sendero de la fe y está dispuesto a concedernos toda su ayuda, como nos lo describe la primera lectura: ‘He aquí que yo enviaré mi mensajero. El prepara el camino delante de mí. ..”
Con el salmista dispongamos nuestro corazón para recibir la salvación: “Y quién es el Rey de la Gloria? Es el Señor, fuerte y poderoso…”
Y la carta a los Hebreos nos explica por qué solo Jesucristo puede darnos la felicidad que tanto anhelamos; …”Como El mismo fue probado por medio del sufrimiento puede ahora ayudar a los que están siendo sometidos a la prueba”.
Continuando con la formación sobre el Sacramento de la Eucaristía, especificamente del Credo. El CC 781-
El Pueblo de Dios tiene características que le distinguen claramente de todos los grupos religiosos, étnicos, políticos o culturales de la historia:
–Es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo. Pero Él ha adquirido para sí un pueblo de aquellos que
antes no eran un pueblo: “una raza elegida, un sacerdocio real,
una nación santa” (1 P 2, 9).
Se llega a ser miembro de este cuerpo no por el nacimiento 1267 físico, sino por el “nacimiento de arriba”, “del agua y del Espíritu” (Jn 3, 3-5), es decir, por la fe en Cristo y el Bautismo.
Este pueblo tiene por Cabeza a Jesús el Cristo [Ungido, Mesías] 695 porque la misma Unción, el Espíritu Santo fluye desde la Cabeza
al Cuerpo, es “el Pueblo mesiánico”.
“La identidad de este Pueblo, es la dignidad y la libertad de los 1741 hijos de Dios en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como
en un templo” (LG 9).
“Su ley, es el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo 1972 mismo nos amó (cf. Jn 13, 34)”. Esta es la ley “nueva” del
Espíritu Santo (Rm 8,2; Ga 5, 25).
Su misión es ser la sal de la tierra y la luz del mundo (cf. Mt 5, 849 13-16). “Es un germen muy seguro de unidad, de esperanza y de salvación para todo el género humano” (LG 9).
“Su destino es el Reino de Dios, que él mismo comenzó en este 769 mundo, que ha de ser extendido hasta que él mismo lo lleve también a su perfección” (LG 9).
En nuestra formación sobre el Sacramento de la Eucaristía; sobre el Credo, hoy veremos lo que profesamos cuando decimos; Creo en la Iglesia que es una Santa, Católica y Apostólica. CC. 870
La Iglesia es una: tiene un solo Señor; confiesa una sola fe, nace de un solo Bautismo, no forma más que un solo Cuerpo, vivificado por un solo Espíritu, orientado a una única esperanza (cf. Ef 4, 3-5) a cuyo término se superarán todas las divisiones.
La Iglesia es santa: Dios santísimo es su autor; Cristo, su Esposo, se entregó por ella para santificarla; el Espíritu de santidad la vivifica. Aunque comprenda pecadores, ella es “ex maculatis immaculata” (“inmaculada aunque compuesta de pecadores”). En los santos brilla su santidad; en María es ya la enteramente santa.
La Iglesia es católica: Anuncia la totalidad de la fe; lleva en sí y administra la plenitud de los medios de salvación; es enviada a todos los pueblos; se dirige a todos los hombres; abarca todos los tiempos; “es, por su propia naturaleza, misionera” (AG 2).
La Iglesia es apostólica: Está edificada sobre sólidos cimientos: los doce Apóstoles del Cordero (Ap 21, 14); es indestructible (cf. Mt 16, 18); se mantiene infaliblemente en la verdad: Cristo la gobierna por medio de Pedro y los demás Apóstoles, presentes en sus sucesores, el Papa y el colegio de los obispos.
“La única Iglesia de Cristo, de la que confesamos en el Credo que es una, santa, católica y apostólica […] subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él, aunque sin duda, fuera de su estructura visible, pueden encontrarse muchos elementos de santificación y de verdad” (LG 8).
Mes de Febrero
Intención de oración universal
Escuchar los gritos de los migrantes.
Recemos para que el clamor de los hermanos migrantes víctimas del tráfico criminal sea escuchado y considerado.
Palabra de Vida .
“Creo, ayúdame porque tengo poca fe’” (Marcos 9, 24)
El Evangelio presenta una paradoja: reconocer nuestra debilidad, los límites y las fragilidades como punto de partida para entrar en relación con Dios y participar con él en la tarea más grande, la fraternidad universal.
Dios confía en el hombre y no actúa sino con su contribución, su libre sí.
Creer y sentirse mirados y amados por Dios es saber que toda oración nuestra, toda palabra o gesto, todo advenimiento triste, alegre o indiferente, toda enfermedad… todo es visto por Dios. Y si Dios es amor, la confianza en él es la lógica consecuencia.
Y luego, a fuerza de amar, nuestra fe se volverá inquebrantable, muy sólida. No solo creeremos en su amor, sino que lo sentiremos de manera tangible en nuestro ánimo y veremos realizarse ‘milagros’ a nuestro alrededor”.
https://ciudadnueva.com.ar/febrero-2020/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.