?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Hech 28, 16-20. 30-31
- Sal 10
- Jn 21,20-25
Hoy en los albores de la celebración de Pentecostes, proclamemos con el Salmo la alegría pascual, pues el Señor ” es justo y ama lo justo, a los justos verá con complacencia”
El texto de los Hechos, nos muestra la perseverancia de quién se ha reconocido hijo de Dios y, por lo tanto, heredero de su Reino, y testigo fiel, como lo hace el evangelista San Juan. Pablo Sigue preso pero con amplia libertad de poder hacer lo que él siempre buscó y deseó: “pudo recibir a los que acudían a él predicándoles el Reino de Dios y enseñando la vida del Señor Jesucristo con toda libertad, sin que nadie lo molestase”.
Jesús llamó a los apóstoles para que le siguieran. Ellos, libremente, aceptaron esta invitación. Por seguir a Jesús dejaron familia, trabajo, casa, pueblo… y con sus altibajos, sobre todo en el momento de su pasión, sabemos que le siguieron hasta el final de sus vidas.
El evangelio de hoy nos relata otro “altibajo” de Pedro. Pedro acaba de confesar su amor a Jesús por tres veces, después de sus tres negaciones. De nuevo Jesús, como cuando estaba trabajando en su barca, le vuelve a decir: “Sígueme”. Y Pedro le vuelve a repetir su sincero deseo de seguirle. Pero, en este mismo momento, Pedro se interesa por el “discípulo a que Jesús tanto quería” y se atreve a preguntarle: “Señor, y este ¿qué?”. Con su respuesta, podemos interpretar que Jesús le dice: Tú sígueme y que la situación en la que va a quedar este otro discípulo no sea ningún obstáculo para seguirme.
El Papa Frqncisco, nos dice: “El amor de Jesús debe ser suficiente para Pedro. Él no debe ceder a la tentación de la curiosidad, de la envidia, como cuando, al ver a Juan cerca, preguntó a Jesús: “Señor, ¿y qué será de éste?”. Pero Jesús, a estas tentaciones, le respondió: “¿A ti qué te importa? Tú, sígueme”
Esta experiencia de Pedro es un mensaje importante también para nosotros… El Señor nos repite hoy, a mí, a ustedes y a todos los Pastores: Sígueme.
No pierdas tiempo en preguntas o chismes inútiles; no te entretengas en lo secundario, sino mira a lo esencial y sígueme.
Sígueme a pesar de las dificultades. Sígueme en la predicación del Evangelio.
Sígueme en el testimonio de una vida que corresponda al don de la gracia del Bautismo y la Ordenación.
Sígueme en el hablar de mí a aquellos con los que vives, día tras día, en el esfuerzo del trabajo, del diálogo y de la amistad.
Sígueme en el anuncio del Evangelio a todos, especialmente a los últimos, para que a nadie le falte la Palabra de vida, que libera de todo miedo y da confianza en la fidelidad de Dios. ¡Tú sígueme!.”
Salvando las distancias, Jesús nos dice algo parecido a cualquiera de nosotros: Tú sígueme y que nada, ni nadie, ni la situación de otras personas, te impidan seguirme: “Tú sígueme”.
Mes de junio
Sirve a los demás como a ti mismo
Conviértete en un mayordomo de tu propia vida. Trátate con cariño, eres un hijo de Dios. Alimenta tu alma y espíritu con cosas sanas y sírvete del mejor plato: el Amor de Dios.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.