https://youtu.be/2JAatjK-5JE
- 1 Re 8, 22-23. 27-30
- Sal 83
- Mc 7, 1-13
Esta hermosa oración pronunciada por Salomón en la fiesta de la dedicación del templo que nos presenta la primera lectura, expresa con toda claridad y profundidad lo que Dios piensa sobre su templo.
El templo, será ante todo un lugar de oración y de encuentro con Dios.
Salomón es consciente de la transcendencia de su Dios, de su grandeza, está fuera de nuestra misma comprensión, y al mismo tiempo le siente como el Dios cercano, compasivo, que escucha la pequeñez de su siervo, y que por ello escuchará también a cuantos le busquen con sincero corazón en este lugar. Esta es la súplica reiterada con la que Salomón termina su oración:“y ten tus ojos noche y día abiertos sobre este templo” (v 29ª) “¡Escúchalas desde el cielo, atiéndelas y perdona”! (v30) Vivir orando así, acorta la distancia y se van estrechando los lazos entre Dios y el pueblo, entre Dios y la humanidad. Los cristianos tenemos la posibilidad de vivir una mayor cercanía, desde que el Padre envió al Hijo para ser salvados en Él y por Él.
Hoy Jesús en el evangelio, al descubrir este grupo de fariseos y a los que venían comisionados desde Jerusalén con la intención de investigar y denunciar sus enseñanzas; cuando se da cuenta de que le están tendiendo una trampa al preguntarle por la actitud de sus discípulos que comían sin lavarse las manos, Jesús les desenmascara y les aplica una palabra de Dios que por medio del profeta Isaías reprochaba al pueblo su hipocresía: “El culto que me ofrecéis está vacío”.
No se puede hacer una objeción mayor. Se supone que las oraciones y los rituales tienen como objetivo manifestar y acrecentar la unión entre Dios y su pueblo. Pero la realidad es que los fariseos y los letrados solo agradan a Dios con sus labios, pero su vida manifiesta justamente lo contrario. Son palabras vacías, huecas, cuando no falsas. Me pregunto qué es un culto vacío hoy en la Iglesia del siglo XXI. Supongo que tiene que ver con una práctica religiosa que no deja ningún fruto de conversión ni de caridad concreta. La experiencia lamentablemente muy extendida que tienen muchos creyentes de acudir a la iglesia sin que eso se traduzca en su vida. Es el drama de la separación entre la fe y la vida. Lo que Jesús reprocha no es el hecho de que esto suceda con el pueblo, sino que sean sus maestros los responsables de ello, los que les alienten a orar así.
“También nosotros, nos indica el Papa Francisco, podríamos preguntarnos: ¿Por qué Jesús y sus discípulos descuidan estas tradiciones? Al fin y al cabo no son cosas malas, sino buenos hábitos rituales, simples abluciones antes de comer. ¿Por qué Jesús no le presta atención? Porque para Él lo más importante es reconducir la fe a su centro. Este objetivo de llevar de nuevo la fe a su centro lo vemos continuamente en el Evangelio. Se trata de evitar aquel peligro constante que en aquel entonces amenzaba a esos escribas y que hoy nos sigue amenazando también a nosotros: el riesgo de observar minuciosamente las formalidades externas dejando en un segundo plano el corazón de la fe.”
La Palabra de Vida de este mes “Al que venga a mí, yo no lo rechazaré”, nos da una luz importante de la coherencia a la que nos llama Jesús, acerca de como podemos transformar en vida esta Palabra de Dios: dando testimonio de la proximidad del Padre frente a cada prójimo, como individuos y como comunidad.
Bibliografia:
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/02/08/la-falsa-religion-del-decir/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy.html
- https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2021/12/PV-02-2022_doble.doc
Palabra de Vida Mes de Febrero 2022
«Al que venga a mí no lo echaré fuera» (Jn 6, 37) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.