?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Ha 1, 12-2, 4
- Sal 9
- Mt 17, 14-20
El justo vivirá por su fe, nos dice la primera lectura y la fe, es también el tema central deL evangelio de hoy.
Tal vez con esa sencilla declaración comprendamos la diferencia que existe entre una religión que es frágil e ineficaz y una que tiene el poder de transformar vidas.
Sin embargo, para entender lo que significa vivir por la fe, debemos entender lo que es. La fe es más que creer; es una completa confianza en Dios, acompañada de acción.
Es más que desear. Es más que simplemente sentarnos, asentir con la cabeza, y decir que estamos de acuerdo. Cuando decimos “el justo vivirá por la fe”, estamos diciendo que nuestra fe nos guía y nos dirige. Actuamos de una manera que es coherente con nuestra fe, no por un sentido de obediencia irreflexiva, sino por un amor seguro y sincero por nuestro Dios y por la valiosa sabiduría que Él ha revelado a sus hijos, porque com nos dice el padre Yepes en el audio es un don de Dios qué hay que pedir con humildad, confianza Y perseverancia
La fe debe ir acompañada de acción, de lo contrario, no tiene vida (véase Santiago 2:17); simplemente no es fe; no tiene el poder de cambiar a una sola persona, y mucho menos al mundo.
Los hombres y las mujeres de fe confían en su misericordioso Padre Celestial, incluso en tiempos de incertidumbre, incluso en tiempos de duda y adversidad cuando no pueden ver perfectamente ni entender con claridad. En la cruz de la cotidianidad nos dice el padre Yepes, esa fe Que nos lleva a tener esperanza En Dios a partir de la certe
Los hombres y las mujeres de fe caminan fervientemente por el camino del discipulado y se esfuerzan por seguir el ejemplo de su amado Salvador Jesucristo. La fe nos motiva y, de hecho, nos inspira a inclinar nuestros corazones al cielo y a activamente ayudar, edificar y bendecir a nuestros semejantes.
La religión sin acción es como el jabón que permanece en la caja; puede tener un potencial maravilloso, pero en realidad tiene poco poder para tener algún efecto hasta que cumpla con su propósito.
En la lectura del Evangelio de hoy, nos explica el Papa Francisco, “vemos que, el Señor, ¿qué cosa nos responde? Responde: “Si tuvieran fe como un grano de mostaza, habrían dicho a este sicómoro: “Arráncate y plántate en el mar”, y les habría obedecido”.
La semilla de la mostaza es pequeñísima, pero Jesús dice que basta tener una fe así, pequeña, pero verdadera, sincera, para hacer cosas humanamente imposibles, impensables. Y es verdad. Todos conocemos a personas sencillas, humildes, pero con fuerza y fe, una fe fortísima, que verdaderamente mueven las montañas…
¿Y cómo tomamos esta fuerza? La tomamos de Dios en la oración. La oración es la respiración de la fe: en una relación de confianza, de amor, no puede faltar el diálogo, y la oración es el diálogo del alma con Dios.“
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p data-removefontsize=”true” data-originalcomputedfontsize=”16″>Termínenos esta reflexión diciendo con fe, al igual que el Salmista: “ El Señor no abandonará al que lo busca”
Palabra de Vida Mes de agosto
¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? (Romanos 8,35
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.