?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Hab 1, 2-3; 2, 2-4
- Sal 94
- 2 Tim 1, 6-8. 13-14
- Lc 17, 5-10
Hoy la liturgia nos permite meditar sobre nuestra fe y como el profeta Habacuc, escuchar lo que el Señor nos dice en esos momentos de incertidumbre, angustia o soledad: “el justo vivirá por su fe. El Salmista nos invita, entonces, a ser obedientes a, Señor y a no desconfiar de El, en esos momentos, endureciendo así, nuestro corazón. Y el texto de Pablo manifiesta hoy para nosotros, como para su discípulo Timoteo que el depósito de la fe que se ha depositado en nuestras manos, merece un testimonio fiel e integro de nuestra parte y no avergonzarnos sino más bien perseverar y renovarnos cada día.
El padre Yepes en el audio, nos da tres enseñanzas que no brinda el evangelio: la fe es un don de Dios que fortalece, consuela, y nos levanta cuando nos sentimos vencidos. Es fuerza dañadora, salvadora y liberadora y luz que ilumina el camino diario de nuestra vida y nos permite ver cómo extraordinario lo ordinario. Mirar con los ojos de Dios.
Este domingo trataremos en nuestra formación sobre la Eucaritia, Acerca del Credo, el Dios Creador (CC 279-324)
La catequesis sobre la Creación reviste una importancia capital. Se refiere a los fundamentos mismos de la vida humana y cristiana: explicita la respuesta de la fe cristiana a la pregunta básica que los hombres de todos los tiempos se han formulado: “¿De dónde venimos?” “¿A dónde vamos?” “¿Cuál es nuestro origen?” “¿Cuál es nuestro fin?” “¿De dónde viene y a dónde va todo lo que existe?” Las dos cuestiones, la del origen y la del fin, son inseparables. Son decisivas para el sentido y la orientación de nuestra vida y nuestro obrar.
El misterio de la creación. La creación es, aunque se atribuye particularmente a Dios, obra de la Santísima Trinidad. Dios ha creado el universo, lo mantiene en la existencia de su Verbo, el Hijo que sostiene todo con su palabra poderosa y por su Espíritu creador que da la vida.
Dios creó el mundo para manifestar y comunicar su obra. Crea por sabiduria y por amor, crea de la nada, crea un mundo ordenado y bueno.
Dios trasciende la creación y está presente en ella, realiza su designio: La divina providencia consiste en las disposiciones por las que Dios conduce con sabiduría y amor todas las criaturas hasta su fin último. Cristo nos invita al abandono filial en la providencia de nuestro Padre celestial (cf Mt 6, 26-34) y el apóstol san Pedro insiste: “Confiadle todas vuestras preocupaciones pues él cuida de vosotros” (1 P 5, 7; cf Sal 55, 23).
La providencia divina actúa también por la acción de las criaturas. A los seres humanos Dios les concede cooperar libremente en sus designios. La permisión divina del mal físico y del mal moral es misterio que Dios esclarece por su Hijo, Jesucristo, muerto y resucitado para vencer el mal. La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si no hiciera salir el bien del mal mismo, por caminos que nosotros sólo conoceremos plenamente en la vida eterna.
“La fe, nos dice el Papa Francisco, implica pues saber reconocer lo invisible, reconociendo su huella en el mundo visible. El creyente puede leer el gran libro de la naturaleza y comprender su lenguaje; el universo nos habla de Dios, pero es necesaria su Palabra de revelación, que suscita la fe, para que el hombre pueda alcanzar la plena conciencia de la realidad de Dios como Creador y Padre.
En las Sagradas Escrituras la inteligencia humana puede encontrar, a la luz de la fe, la clave de interpretación para comprender el mundo. En particular, tiene un lugar especial el primer capítulo del Génesis, con la presentación solemne de la obra creadora divina, que se despliega a lo largo de siete días: en seis días Dios lleva a término la creación y el séptimo día, el sábado, deja toda actividad y descansa.
Día de libertad para todos, día de la comunión con Dios y así, con esta imagen, el Libro del Génesis nos indica que el primer anhelo de Dios era el de encontrar un amor que respondiera a su amor. Y el segundo, el de crear un mundo material donde colocar este amor, a estas criaturas que libremente le respondan…
Pero nuestra pregunta hoy es ¿tiene sentido, en la era de la ciencia y de la técnica, seguir hablando de la creación? ¿Cómo debemos comprender la narración del Génesis? La Biblia no quiere ser un manual de ciencias naturales; lo que sí quiere es hacer comprender la verdad auténtica y profunda de las cosas… Entonces, la escritura nos dice que el origen del ser, del mundo, nuestro origen, no es lo irracional y la necesidad, sino la razón y el amor y la libertad. Aquí aparece la alternativa: o prioridad de lo irracional, de la necesidad, o prioridad de la razón, de la libertad, del amor. Nosotros creemos en esta última postura.
Mes de octubre
Lee y estudia la Biblia
/Planifica leer la Biblia en un Año, pero léela en la profundidad del amor, no para juzgar ni para condenar. La Palabra de Dios alimenta los sueños y esperanzas, es el motor de tu alegría y ayuda a avivar la compasión.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.